sábado, 2 de septiembre de 2017

Desentrañando la tabla


La tabla es un instrumento construido por ideas, para poder discernir ideas y emociones. En ambos casos delimita qué idea o qué emoción se enuncia, y con qué fin. Se aplica solamente a enunciados, dichos por el paciente o por el analista. El término enunciado está empleado laxamente. Incluye las entonaciones, la actitud corporal, los gestos, el silencio, etc.
Comencemos por las columnas y las hileras.
Columnas: Bion dispuso siete columnas, las primeras seis corresponden a las funciones del yo, tal como las describe Freud en “Formulación de los dos principios del funcionamiento mental”[1], ligeramente modificadas.
1ª. Señala el tema acerca del cual versa la sesión en curso.
2ª. Llamada y, corresponde a todas las resistencias que se puedan concebir, desde la benigna denegación hasta el “terror sin nombre”. La letra “y"  corresponde a la región del aparato psíquico donde se producen, desde los procesos defensivos, hasta el pensamiento crítico, en el “Proyecto para una psicología científica”[2] 
3ª. Notación o memoria. Registra el cúmulo de experiencias vividas y tiene una parte conciente y otra inconciente mayor, donde quedan inscriptas todos los recuerdos.
4ª. La atención que guarda las experiencias vividas, para el caso de que en el futuro lleguen a ser necesarias. Esta columna es especialmente interesante, porque lo guardado no consiste en impresiones sensoriales, sino un patrón común a varias experiencias de igual valor para el individuo. Lo que Poincaré[3] llama “Hecho seleccionado”, permitirá llevado a la columna 1 comenzar una investigación (1→3→4→5→6). O bien: 41 y darlo por sabido, como si la “etiqueta fuese una descripción exacta del contenido”.
5ª. Indagación o juicio. Tiene una doble acepción a) puede indicar la necesidad de buscar más datos porque la situación en curso no queda clara para el analista, que pide asociaciones. El juicio señala qué es eso que enfrentamos, la distinción pertinente aquí es entre sueño y alucinación.
6ª. Acción. En un sentido positivo, indica que un estrato de la mente ha sido exhaustivamente comprendido y es necesario pasar al siguiente. En la tabla ().

Hileras
A.    Elementos b. Corresponde al sistema proto-mental (PM) que describió en “Experiencias en grupos”[4], donde no se diferencia cosa de idea. También residen allí los objetos bizarros, que describió en “Notas sobre la teoría de la esquizofrenia”[5]. Son cosas con la una emoción incrustada.
B.    Elementos a. Concebidos como unidades, sólo existen combinados en imágenes y se caracterizan porque representan otra cosa distinta de ellos mismos. Las imkágenes pueden estar referidas mediante palabras.  El relato de un paciente evoca en el analista una imagen, no una copia del relato.
Dentro de los mismos es posible que exista un sueño oculto.
C.   Sueños. Esta hilera corresponde a los sueños como son referidos en el lenguaje coloquial, no analítico.
D.   Pre-concepción. Es obvia la alusión al sistema preconciente. Corresponden a ella los sueños que los pacientes traen a análisis. Por lo tanto, su característica más importante es que esperan una interpretación (otro sueño).
E.    Concepción. Acá la alusión corresponde a conciencia, ocupan esta hilera los sueños interpretados, merced a su equivalencia con la situación transferencial donde se los narra.
F.    Concepto. Llega un momento en que, a partir de varias experiencias emocionales semejantes, el paciente llega a comprender una hipótesis clave de la emoción en cuestión; por ejemplo, reparación para la depresión.
G.   Sistema deductivo científico: Este ítem no corresponde a ningún enunciado pronunciable en sesión. Si aparece es un error del analista. Si lo enuncia un paciente, probablemente corresponde a una perspectiva revertida.  Es válido entre colegas.


Hilera A
Esta hilera carece de la capacidad de representación. Cosas-en-sí y palabras no están discriminados. Corresponde a lo que en grupos llamó el sistema proto-mental. Por lo tanto, los enunciados han de ser los del paciente psicótico o de un miembro de la masa, que sólo puede funcionar en supuestos básicos.
El lenguaje es desarticulado. Intentaremos ahora esclarecer cada una de las categorías.
La primera hilera tiene tres columnas llenas solamente: A1, A2 y A6.
A1 corresponde a la intención del paciente de mostrar una emoción y/o idea incrustada en una cosa, que tiene que esperar que ocurra y tenga las características apropiadas para expresarlas, por ejemplo, los “anteojos oscuros”[6].
A2: a una emoción y/o una idea que el paciente quiere ocultar. Bion pensaba que debería ser una categoría nula, pero la incluye en la hilera A, para distinguir la intención A2 ≠ A1. En ambos casos estamos ante fenómenos alucinatorios. Creo que un ejemplo plausible podría ser aquel paciente que tenía una alucinación visual invisible, que enunciaba: “No veo lo que veo”.    
A6 corresponde a una identificación proyectiva, que en Bion es un mecanismo eficaz, que evoca una respuesta en el analista. Puede estar al servicio del desarrollo como los últimos ejemplos de “Ataques al Vínculo”. “Dos nubes de probabilidades” que significa que el paciente no sabía si la maldad era suya o de Bion (la madre). También actuar defensivamente, arrojando a la distancia la situación emocional indeseada (“a Perú”, es un ejemplo de Bion). También puede destruir enunciado del analista o robarlo.
Hilera B: Esta es una hilera que plantea más incertidumbres. A diferencia de la anterior los elementos son a, unidades teóricas, que se presentan en combinación formando imágenes, que se transmiten por medio de palabras. El lenguaje es articulado.  
Klein opina que es probable que, si un paciente no cuenta sueños durante varias sesiones, no se trata de que no existan, e insta a buscarlos. Ella los encuentra.
La principal característica es que tiene carácter referencial, cada palabra se refiere a algo distinto de ella misma.
B1: Indica el tema acerca del cual versará la sesión, por ejemplo, depresión. La acepción de “depresión” es vulgar, la que usaría cualquier persona en lenguaje coloquial. Cualquiera de los protagonistas puede usarlo y actúa como un oráculo, que podrá investigarse, o no, en la sesión.
B2: El paciente, habla acerca de un tema diferente del que él siente que lo aqueja y lo evita, porque le es desconocido y temible.
B3: El paciente o el analista evocan situaciones relacionadas con la actual que han ocurrido con anterioridad:  ya han pasado.
B4: El paciente o el analista llaman la atención sobre una idea nueva y desconocida, que puede ser útil después. Se trata de un hecho seleccionado, que precede a su descubrimiento –una vez encontrado, crea una situación de armonía. Los elementos constantemente unidos son pocos, pero adquieren coherencia entre sí. La mayor parte de las impresiones sensoriales que no se repiten no merecen atención. Puede ser útil en el futuro, opuestamente a lo que ocurre con B3
B5: El analista pide asociaciones sobre el tema vigente, porque aquellas con las que cuenta no alcanzan para comprender lo que está sucediendo allí.
B6: Indica que ambos han encontrado por lo menos vestigios del sueño que no aparecía.
Hilera C: Esta hilera está ocupada por sueños antes de que el paciente conozca la importancia que tiene para el psicoanálisis.
C1: El paciente narra un sueño sin darle más trascendencia que si dijese “ayer visité a mi novia”.
C2: Corresponde a la perspectiva revertida. El paciente alucinó durante la noche anterior a la sesión. En ella miente diciendo que soñó, porque sabe que ante esa frase el analista procederá a buscar un significado para el “sueño”. De esa manera evita tomar conciencia de la gravedad de su estado mental.
C3: El analista y/o el paciente evocan sueños con alguna semejanza al que el paciente soñó la noche anterior. Podría existir un desarrollo en el proceso.
C4: Aparece un sueño novedoso y probablemente importante. Vale como ejemplo la pesadilla del “Hombre de los Lobos”. El paciente muestra poco interés y el analista mucho, en buscar el significado. El sueño del ejemplo marcó un punto de suma importancia en la comprensión del inconciente.
C5: El analista pide asociaciones para poder entender el sueño.
C6: Este sueño marca la comprensión de la importancia de los sueños e induce a pasar a la categoría D1.

Hilera D: Corresponde a los sueños que cuenta el paciente esperando que el analista los interprete.
D1: El paciente narra un sueño en busca de una interpretación.
D2: El paciente anhela que el analista se descarríe. Si lo logra la sesión tiene las características de un supuesto básico dependencia. Finge opinar que su analista es un gran analista, pero no le cree. De paso, el cree que parece un buen paciente. Todos los pacientes son buenos, en el sentido que -produzcan lo que produzcan- aún algo desconocido hoy, brindan la oportunidad al desarrollo de la investigación.
D3: Ambos recuerdan sueños análogos al presente para completar la interpretación del sueño.
D4: Esta categoría es especialmente significativa, tanto porque a) la columna denota un hecho nuevo y desconocido en el tratamiento, tal vez en el psicoanálisis, al que debe prestarse atención porque podrá ser importante y b) la hilera enfatiza que el sueño esta insaturado. Con estas características es el paradigma de “estar en K”.
D5: analista y paciente buscan más asociaciones para completar la interpretación.
D6: Este sueño y los que lo preceden permiten que el paciente conozca una hipótesis científica psicoanalítica, por ejemplo, reparación, castración, fin de semana. Muchas, como las dos últimas se refieren a algo que falta. Marca el comienzo de la exploración de una capa más profunda del inconciente.
Hilera E: Los sueños encuentran un significado posible. Se saturan parcialmente, pero en parte, permanecen insaturados.
E1: El analista encuentra un significado posible.
E2: El analista menciona un significado falso A) porque no se adecua al sueño, B) porque lo que interpreto no era un sueño, sino el indicador de una patología peor.
E3: El analista evoca interpretaciones exitosas de sueños semejantes.
E4: El analista encuentra una interpretación inédita en el proceso o en el psicoanálisis. Un ejemplo trascendental del propio Bion consiste en las interpretaciones de situaciones emocionales que no corresponden ni a L, ni a H sino a K, para el complejo de Edipo.
E5: A punto de interpretar el sueño, el analista busca más asociaciones que completen su indagación.
E6: La comprensión decanta una hipótesis científica, por ejemplo, castración.
Hilera F: Corresponde a las hipótesis científicas psicoanalíticas, por ejemplo: reparación.
F1: El tema a discutir es la significación de la hipótesis encontrada, en relación con las ya conocidas.
F2: El analista yerra en pensar la hipótesis útil. Por ejemplo, enfoca la castración, que no tiene importancia para el psicótico.
F3: Recuerda otras hipótesis y sus relaciones.
F4: La hipótesis es desconocida en el tratamiento o en el análisis. Ejemplo: Babel.
F5: Es necesario recurrir a más hipótesis de las que está empleando.
F6: Se hace necesario un nuevo sistema deductivo científico. Ej.: Miembro de una masa, la esfinge, grupo de trabajo específico, etc.
G: Sistema deductivo científico. Klein descubrió el Edipo temprano. Bion el Edipo en K. Pero sólo es válido hablar de esos temas entre colegas. Por eso, un enunciado en sesión es un error técnico grave que induce al paciente a comportarse como un colega.



  



[1] Freud (1911)
[2] Freud (1950-1985)
[3] Poincaré (1911) Ciencia y Método.
[4] Bion (1952-1961)
[5] Bion (1953)
[6] Bion (1957)

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