La
tabla es un instrumento construido por ideas, para poder discernir ideas y
emociones. En ambos casos delimita qué idea o qué emoción se enuncia, y con qué
fin. Se aplica solamente a enunciados, dichos por el paciente o por el
analista. El término enunciado está empleado laxamente. Incluye las
entonaciones, la actitud corporal, los gestos, el silencio, etc.
Comencemos
por las columnas y las hileras.
Columnas:
Bion dispuso siete columnas, las primeras seis corresponden a las funciones del
yo, tal como las describe Freud en “Formulación de los dos principios del
funcionamiento mental”[1], ligeramente modificadas.
1ª.
Señala el tema acerca del cual versa la sesión en curso.
2ª.
Llamada y,
corresponde a todas las resistencias que se puedan concebir, desde la benigna
denegación hasta el “terror sin nombre”. La letra “y" corresponde a la región del aparato psíquico
donde se producen, desde los procesos defensivos, hasta el pensamiento crítico,
en el “Proyecto para una psicología científica”[2]
3ª.
Notación o memoria. Registra el cúmulo de experiencias vividas y tiene una
parte conciente y otra inconciente mayor, donde quedan inscriptas todos los
recuerdos.
4ª.
La atención que guarda las experiencias vividas, para el caso de que en el
futuro lleguen a ser necesarias. Esta columna es especialmente interesante,
porque lo guardado no consiste en impresiones sensoriales, sino un patrón común
a varias experiencias de igual valor para el individuo. Lo que Poincaré[3] llama “Hecho seleccionado”,
permitirá llevado a la columna 1 comenzar una investigación (1→3→4→5→6). O bien: 4→1 y darlo por sabido, como si
la “etiqueta fuese una descripción exacta del contenido”.
5ª.
Indagación o juicio. Tiene una doble acepción a) puede indicar la necesidad de
buscar más datos porque la situación en curso no queda clara para el analista,
que pide asociaciones. El juicio señala qué es eso que enfrentamos, la
distinción pertinente aquí es entre sueño y alucinación.
6ª.
Acción. En un sentido positivo, indica que un estrato de la mente ha sido
exhaustivamente comprendido y es necesario pasar al siguiente. En la tabla (↓).
Hileras
A. Elementos
b. Corresponde al
sistema proto-mental (PM) que describió en “Experiencias en grupos”[4], donde no se diferencia
cosa de idea. También residen allí los objetos bizarros, que describió en
“Notas sobre la teoría de la esquizofrenia”[5]. Son cosas con la una
emoción incrustada.
B. Elementos
a. Concebidos como
unidades, sólo existen combinados en imágenes y se caracterizan porque
representan otra cosa distinta de ellos mismos. Las imkágenes pueden estar
referidas mediante palabras. El relato
de un paciente evoca en el analista una imagen, no una copia del relato.
Dentro de los mismos es posible que exista
un sueño oculto.
C. Sueños.
Esta hilera corresponde a los sueños como son referidos en el lenguaje
coloquial, no analítico.
D. Pre-concepción.
Es obvia la alusión al sistema preconciente. Corresponden a ella los sueños que
los pacientes traen a análisis. Por lo tanto, su característica más importante
es que esperan una interpretación (otro sueño).
E. Concepción.
Acá la alusión corresponde a conciencia, ocupan esta hilera los sueños
interpretados, merced a su equivalencia con la situación transferencial donde
se los narra.
F. Concepto.
Llega un momento en que, a partir de varias experiencias emocionales
semejantes, el paciente llega a comprender una hipótesis clave de la emoción en
cuestión; por ejemplo, reparación para la depresión.
G. Sistema
deductivo científico: Este ítem no corresponde a ningún enunciado pronunciable
en sesión. Si aparece es un error del analista. Si lo enuncia un paciente,
probablemente corresponde a una perspectiva revertida. Es válido entre colegas.
Hilera
A
Esta
hilera carece de la capacidad de representación. Cosas-en-sí y palabras no
están discriminados. Corresponde a lo que en grupos llamó el sistema
proto-mental. Por lo tanto, los enunciados han de ser los del paciente
psicótico o de un miembro de la masa, que sólo puede funcionar en supuestos
básicos.
El
lenguaje es desarticulado. Intentaremos ahora esclarecer cada una de las
categorías.
La
primera hilera tiene tres columnas llenas solamente: A1, A2
y A6.
A1
corresponde a la intención del paciente de mostrar una emoción y/o idea incrustada en una cosa,
que tiene que esperar que ocurra y tenga las características apropiadas para expresarlas, por ejemplo, los “anteojos
oscuros”[6].
A2: a una emoción y/o una idea que el paciente quiere ocultar. Bion pensaba
que debería ser una categoría nula, pero la incluye en la hilera A, para
distinguir la intención A2 ≠ A1. En ambos casos estamos ante fenómenos
alucinatorios. Creo que un ejemplo plausible podría ser aquel paciente que
tenía una alucinación visual invisible, que enunciaba: “No veo lo que veo”.
A6
corresponde a una identificación proyectiva, que en Bion es un mecanismo
eficaz, que evoca una respuesta en el analista. Puede estar al servicio del
desarrollo como los últimos ejemplos de “Ataques al Vínculo”. “Dos nubes de
probabilidades” que significa que el paciente no sabía si la maldad era suya o
de Bion (la madre). También actuar defensivamente, arrojando a la distancia la
situación emocional indeseada (“a Perú”, es un ejemplo de Bion). También puede
destruir enunciado del analista o robarlo.
Hilera
B: Esta es una hilera que plantea más incertidumbres. A diferencia de la
anterior los elementos son a,
unidades teóricas, que se presentan en combinación formando imágenes, que se
transmiten por medio de palabras. El lenguaje es articulado.
Klein
opina que es probable que, si un paciente no cuenta sueños durante varias
sesiones, no se trata de que no existan, e insta a buscarlos. Ella los
encuentra.
La
principal característica es que tiene carácter referencial, cada palabra se
refiere a algo distinto de ella misma.
B1:
Indica el tema acerca del cual versará la sesión, por ejemplo, depresión. La
acepción de “depresión” es vulgar, la que usaría cualquier persona en lenguaje
coloquial. Cualquiera de los protagonistas puede usarlo y actúa como un
oráculo, que podrá investigarse, o no, en la sesión.
B2: El paciente, habla acerca de un tema
diferente del que él siente que lo aqueja y lo evita, porque le es
desconocido y temible.
B3:
El paciente o el analista evocan situaciones relacionadas con la actual que han
ocurrido con anterioridad: ya han
pasado.
B4:
El paciente o el analista llaman la atención sobre una idea nueva y
desconocida, que puede ser útil después. Se trata de un hecho seleccionado, que
precede a su descubrimiento –una vez encontrado, crea una situación de armonía.
Los elementos constantemente unidos son pocos, pero adquieren coherencia entre
sí. La mayor parte de las impresiones sensoriales que no se repiten no merecen
atención. Puede ser útil en el futuro, opuestamente a lo que ocurre con
B3
B5:
El analista pide asociaciones sobre el tema vigente, porque aquellas con las
que cuenta no alcanzan para comprender lo que está sucediendo allí.
B6:
Indica que ambos han encontrado por lo menos vestigios del sueño que no
aparecía.
Hilera
C: Esta hilera está ocupada por sueños antes de que el paciente conozca la
importancia que tiene para el psicoanálisis.
C1:
El paciente narra un sueño sin darle más trascendencia que si dijese “ayer
visité a mi novia”.
C2:
Corresponde a la perspectiva revertida. El paciente alucinó durante la noche
anterior a la sesión. En ella miente diciendo que soñó, porque sabe que ante
esa frase el analista procederá a buscar un significado para el “sueño”. De esa
manera evita tomar conciencia de la gravedad de su estado mental.
C3:
El analista y/o el paciente evocan sueños con alguna semejanza al que el
paciente soñó la noche anterior. Podría existir un desarrollo en el proceso.
C4:
Aparece un sueño novedoso y probablemente importante. Vale como ejemplo
la pesadilla del “Hombre de los Lobos”. El paciente muestra poco interés y el
analista mucho, en buscar el significado. El sueño del ejemplo marcó un punto
de suma importancia en la comprensión del inconciente.
C5:
El analista pide asociaciones para poder entender el sueño.
C6:
Este sueño marca la comprensión de la importancia de los sueños e induce a
pasar a la categoría D1.
Hilera
D: Corresponde a los sueños que cuenta el paciente esperando que el
analista los interprete.
D1:
El paciente narra un sueño en busca de una interpretación.
D2:
El paciente anhela que el analista se descarríe. Si lo logra la sesión tiene
las características de un supuesto básico dependencia. Finge opinar que su
analista es un gran analista, pero no le cree. De paso, el cree que parece un
buen paciente. Todos los pacientes son buenos, en el sentido que -produzcan lo
que produzcan- aún algo desconocido hoy, brindan la oportunidad al desarrollo
de la investigación.
D3:
Ambos recuerdan sueños análogos al presente para completar la interpretación
del sueño.
D4:
Esta categoría es especialmente significativa, tanto porque a) la columna
denota un hecho nuevo y desconocido en el tratamiento, tal vez en el
psicoanálisis, al que debe prestarse atención porque podrá ser importante y b)
la hilera enfatiza que el sueño esta insaturado. Con estas características es
el paradigma de “estar en K”.
D5:
analista y paciente buscan más asociaciones para completar la interpretación.
D6:
Este sueño y los que lo preceden permiten que el paciente conozca una hipótesis
científica psicoanalítica, por ejemplo, reparación, castración, fin de semana.
Muchas, como las dos últimas se refieren a algo que falta. Marca el comienzo de
la exploración de una capa más profunda del inconciente.
Hilera
E: Los sueños encuentran un significado posible. Se saturan parcialmente, pero
en parte, permanecen insaturados.
E1:
El analista encuentra un significado posible.
E2:
El analista menciona un significado falso A) porque no se adecua al sueño, B) porque
lo que interpreto no era un sueño, sino el indicador de una patología peor.
E3:
El analista evoca interpretaciones exitosas de sueños semejantes.
E4:
El analista encuentra una interpretación inédita en el proceso o en el
psicoanálisis. Un ejemplo trascendental del propio Bion consiste en las
interpretaciones de situaciones emocionales que no corresponden ni a L, ni a H
sino a K, para el complejo de Edipo.
E5:
A punto de interpretar el sueño, el analista busca más asociaciones que
completen su indagación.
E6:
La comprensión decanta una hipótesis científica, por ejemplo, castración.
Hilera
F: Corresponde a las hipótesis científicas psicoanalíticas, por ejemplo:
reparación.
F1:
El tema a discutir es la significación de la hipótesis encontrada, en relación
con las ya conocidas.
F2:
El analista yerra en pensar la hipótesis útil. Por ejemplo, enfoca la
castración, que no tiene importancia para el psicótico.
F3:
Recuerda otras hipótesis y sus relaciones.
F4:
La hipótesis es desconocida en el tratamiento o en el análisis. Ejemplo: Babel.
F5:
Es necesario recurrir a más hipótesis de las que está empleando.
F6:
Se hace necesario un nuevo sistema deductivo científico. Ej.: Miembro de
una masa, la esfinge, grupo de trabajo específico, etc.
G:
Sistema deductivo científico. Klein descubrió el Edipo temprano. Bion el Edipo
en K. Pero sólo es válido hablar de esos temas entre colegas. Por eso, un
enunciado en sesión es un error técnico grave que induce al paciente a comportarse
como un colega.
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