"Elementos del psioanálisis"
Capítulo 2
Describe los
caminos para encontrar los elementos en las realizaciones. Para eso se ocupa de
la observabilidad de los objetos psicoanalíticos. Introduce el término significación
y desarrolla ♂♀, que es el primer elemento abstracto que eligió.
I.
Recapitula
el problema de la teoría psicoanalítica.
II.
Describe
los cursos a seguir para seleccionar los elementos, con los que intenta
resolver ese problema.
III.
Plantea
la cuestión de la observabilidad de los mismos.
IV.
Define
el término significación provisoriamente.
V.
Razona
sobre la observación de las experiencias que satisfacen ♂♀.
I. Una
recapitulación
El problema de la
teoría psicoanalítica surge de que los elementos que intervienen en el
conflicto edípico están relacionados entre sí y adquieren significado a
partir de la relación que los vincula. Los elementos que componen la
situación edípica adquieren significados distintos, según las relaciones que
mantienen entre sí, en realizaciones clínicas de distintas patologías o de
diferentes momentos del proceso.
En cambio, la
teoría de la gravedad sirve para cualquier experimento que un físico quiera
realizar. g es una constante, y si
estamos estudiando la caída libre de un cuerpo cercano a la tierra, podemos
considerar que la relación entre d y t es constante, de modo tal que podamos
verificar g midiendo el tiempo que
emplea un cuerpo para recorrer una distancia. En ese caso se va a cumplir d = g m/seg².t².
Bion incluye una
crítica a la anterior afirmación. Señala que en la ciencia dura -más allá de su
prestigio- existen inconvenientes semejantes: ¿Cuándo un cuerpo es cercano a la tierra? Desde cierto límite la ley
no se verifica, porque influyen otros astros y ejercen un efecto sobre el
cuerpo, que hacen necesaria la teoría de la gravitación universal, que postuló
Newton: f = m. M / d².[1]
Trasladando el
problema a nuestro dominio, podemos construir una metáfora. Si la influencia “gravitatoria”)[2] de
la madre sobre el estado emocional del bebé se pierde, las consabidas
configuraciones del complejo de Edipo en la histeria, van a cambiar por otras
de las que Bion se ocupará.
Las teorías del psicoanálisis
se originaron en el estudio de las neurosis histérica y de angustia, donde se
cumplían con rigor. Después Freud enfocó la neurosis obsesiva y patologías no
neuróticas y se vio obligado a cambiar sus propias teorías, profundizando el
estudio de la instancia represora. Abraham (1924)[3]
ahondó el estudio de la transferencia en la neurosis obsesiva. Los analistas
contemporáneos de Bion se esmeraron en comprender diversas formas de
esquizofrenias y patología orgánica. Eso produjo una gran dificultad para
aplicar la teoría originaria a manifestaciones muy distintas de una conversión,
una idea compulsiva o una fobia. Eso obliga a cuestionar, si, aun así, el
complejo de Edipo sigue siendo el complejo nuclear de las neurosis, incluyendo
las narcisistas. ¿Afirmaríamos hoy que: "el complejo de Edipo” es la
teoría por la que necesariamente tiene que pasar la comprensión de un material
psicoanalítico, cuando analizamos patología no neurótica?
Esta es una idea
muy fuerte de Bion, que puede estar reaccionando contra el desarrollo
divergente que va cobrando el psicoanálisis luego de la muerte de Freud.
Mientras Freud vivía, si una teoría contradecía sus asertos básicos, su
sostenedor era expulsado, pero luego de su muerte ya no fue así. Pero la
intención de Bion es ir más allá de los problemas políticos. Lo cierto es que
en el mundo y en Inglaterra, el psicoanálisis ya no es uno y que las novedades
teóricas post-freudianas muchas veces pretenden ser primordiales respecto de la
teoría edípica.
Como elementos de
una descripción de una realización que ya han sido descubiertos, esto es
esencial para su utilidad. Como componentes de una teoría que se va a usar en
la iluminación de realizaciones todavía no descubiertas es un defecto, porque
el valor constante perturba la flexibilidad necesaria.
De esta osadía,
por supuesto, no está exenta Klein, quien oscila en definir cuál es el
problema central que explica la patología que se estudia en cada caso. A
veces parece la situación edípica, pero en otras sostiene que el problema
central del desarrollo es la elaboración de la posición depresiva.
Pensemos en sus
teorías. Ella pretendió enfocar estructuras narcisistas. Lo hizo siguiendo a
Abraham, de quien tomó muchas ideas. En el trabajo de ambos hay hipótesis que
crean nuevas posibilidades de lectura de los materiales. Muchas de ellas eran
consecuentes con la evolución del pensamiento del mismo Freud, pero algunas
cambiaron mucho el quehacer psicoanalítico. Entre estas novedades se encuentra el
punto de vista genético, que cobra una dimensión inusitada en Abraham,
aunque en realidad ya estaba desarrollado por Freud en los trabajos de la
analidad, el narcisismo y en "Duelo y Melancolía". Esta desviación
jerarquiza la importancia de momentos evolutivos que suelen considerarse
pre-edípicos y cuestiona la prioridad de la teoría del complejo de Edipo.
Vemos sin embargo
que en los materiales de Abraham existe, a pesar de las novedades, una
constante: la lectura de situaciones
edípicas. Por ejemplo, un paciente ve a su hermanito -que es la prueba de
la traición de su madre- mamando. No tolera esa visión y desarrolla
introyecciones y destrucciones del objeto (la madre), luego expulsa los
fragmentos del mismo y posteriormente se identifica con él, a veces a nivel de
objeto parcial. Como consecuencia padece la pérdida de lo que clásicamente se
consideraba una elección de objeto para un neurótico, es decir que el paciente
ya no intenta formar pareja ni la añora. Pero, sin embargo, los elementos de la
situación edípica siguen siendo rastreables en el material y la elección de
objeto puede ser reasumida por el paciente; lo que es una meta buscada en el
análisis.
Pero Klein hipertrofia este tipo de lecturas
con las teorías de las posiciones y de la identificación proyectiva y, aunque
no por eso dejan de aparecer los personajes del Edipo, ahora tienen
características muy diferentes de las que tendrían si se los comparase con los
que aparecen en una clásica descripción de la histeria. El objeto ya no es un
progenitor del sexo contrario, ni el sexo se determina por la apariencia de los
genitales externos, ni siquiera es muy importante la observación de los mismos.
De cualquier manera, siguen existiendo self y objetos; Ello, yo y superyó, algo
parecido al nene y la nena o la madre, algo que tiene que ver con el objeto
masculino, algo relacionado al sexo y los bebés y también con las amenazas y
las prohibiciones. ¿Cómo hacer entonces para seguir considerando prioritaria la
teoría del complejo de Edipo, cuando se supone que las defensas reactivan fases
del desarrollo donde los componentes de los conflictos son tan distintos? ¿Cómo
hacerle adquirir plasticidad, para que los psicoanalistas puedan seguir usando
sus teorías y describir nuevos fenómenos, aún no descubiertos, sin que se
desorienten o se desperdiguen? Ese es el problema que Bion se plantea.
Otro problema
previo es qué entiende un paciente por un “sueño”, cuando él o el analista emplean el término. También
es cuestionable si lo que el paciente dice o entiende, durante el trabajo que
realizan para interpretarlo, tiene el mismo valor para ambos; si se le debe dar
el mismo tratamiento al relato de una alucinación que al de un sueño.
La ampliación del mito edípico
La inició en
"Volviendo a pensar", para que pueda abarcar la patología no
neurótica. Acá despliega los elementos constitutivos del mito en categorías de
la tabla.
Necesita elementos
parecidos a las letras por su capacidad de combinación en palabras, que tienen
que tener un valor constante y permitan usar a los personajes del mito edípico
para entender las observaciones psicoanalíticas, sea cual fuere la sesión de
cualquier patología que se intente comprender, ya conocida o que aún no haya
sido descripta.
II Los cursos
a seguir para encontrar los elementos del psicoanálisis
Bion se propone encontrar abstracciones que sirvan como
elementos que,
(i)
una
vez combinados, representen todo aquello que el analista pueda estudiar,
sueños, interpretaciones, alucinaciones, etc. así como también las partes en
las que se pueden dividir, para estudiarlas:
las experiencias emocionales del self en el vínculo con los objetos, cuando
estos son papá o mamá, personas (como en la histeria), o cuando son cualquier
variación de ellos total o parcial, de todo tipo.
(ii)
Tienen
también que poder dar cuenta de que un padre muerto en un sueño (como el de
"Los dos principios del suceder psíquico"), tiene cualidades
diferentes de las del padre, cuando éste es un pene fecal en un delirio
paranoico.
(iii)
Las
experiencias emocionales que los elementos van a representar pueden ser muy
variadas: el padre del sueño es una idea (I);
en cambio el paranoico puede sentir una sensación muy concreta en su ano, que no
merece llamarse idea.
(iv)
Pero
los elementos serán siempre abstractos
(I) porque son nombres para los
conjuntos que agrupan a las diferentes experiencias emocionales según sus
cualidades. Digámoslo más claro: Los anteojos oscuros son un acontecimiento y
por ende no son abstractos, pero “elemento b” es una
abstracción.
(v)
Ante
un material, los elementos tendrán que poder dar cuenta de si el analista se
enfrenta ante una emoción soñada o ante algo tan concreto como una piedra para
el paciente. En cada situación, usando la terminología de Money Kyrle, la
imagen del mundo que el paciente tiene es diferente. Según sea el mapa de su
mendo, son diferentes él mismo, el objeto y qué pueden hacer entre sí y, sin
embargo, habría que explicar el fenómeno como una realización de la teoría del
complejo de Edipo.
Bion busca los
elementos del psicoanálisis tomando como referencia a los elementos geométricos
o químicos, en su esfuerzo por hacer científico al psicoanálisis.
Es decir, que, a
diferencia de lo que ocurre en las ciencias constituidas, las condiciones de
producción del conocimiento científico en psicoanálisis se encuentran aún en
discusión. 1° La ambigüedad en la determinación del objeto de estudio, 2º la
multiplicidad de métodos de abordaje y 3º la imprecisión en cuanto a la
modalidad de aprehensión del objeto, hacen del psicoanálisis una ciencia en proceso de constitución. Bion intenta describir objetos, que puedan
detectarse en toda situación clínica, formados por elementos que puedan ser
especificados, descriptos y transmitidos a los demás científicos en forma
comprensible y con un lenguaje unívoco. Aspira así a lograr un nivel de
funcionamiento similar al de un químico, que, al encontrar una sustancia
compleja como material constituyente de una piedra, puede efectuar un análisis
científico y determinar los elementos químicos que la componen. Paralelamente,
si un psicoanalista enfrenta una determinada situación clínica, tiene que poder
especificar en su descripción los elementos que la componen y transmitir la experiencia
a los demás científicos y estos entenderlo.
Bion posterga por
ahora ulteriores reflexiones sobre las abstracciones y enfrenta
La necesidad de
encontrar elementos que se puedan aislar en:
1.- La experiencia
clínica: Bion trata de
ajustarse a los reclamos de los metodólogos. Es necesario buscar en las
sesiones, las experiencias que se aproximen a las abstracciones que propuso.
Esas sesiones son equivalentes a las experiencias de los físicos (como las
pelotas de Galileo cayendo por una canaleta).
2.- Las teorías: También en ellas, tal como se encuentran, se deben
buscar los elementos. Ya comenzó esta tarea en el primer capítulo.
3.- Una
combinación de los anteriores:
Buscará los elementos en la práctica clínica (hasta el capítulo 10). Revisará
la teoría (en los capítulos siguientes) y finalmente concluirá describiendo los
elementos que cree pertinentes para las realizaciones al final de la obra.
III)
observabilidad
La observabiliad de un fenómeno es condición
para su estudio científico. Los fenómenos no son necesariamente visibles, pero
tienen que tener alguna manifestación fenoménica, afectar directa o
indirectamente (mediante el uso de aparatos) los sentidos del científico para
que éste pueda medirlos, según sus cualidades secundarias. Esto es así para la
física; por ejemplo, la intensidad de un sonido es un observable, aunque no se
ve. En las matemáticas, que no es una ciencia experimental, no hay observables.
Aunque pospone la
investigación de los elementos en las teorías, a las que tanto criticó, intenta
revisarlas, con la condición de que se ajusten a conservar la prioridad, como
teoría de mayor abstracción, de la teoría del Edipo.
Los elementos que
eligió, en particular el primero: ♀♂, deben ser esenciales. Propone que, si un paciente
dice que no puede tomar algo dentro de
sí, está señalando la existencia de un continente y algo que se puede –o
no- poner dentro del mismo. La afirmación de que algo no puede ser tomado
dentro de él mismo, por parte de un paciente, no puede ser soslayada como una
mera manera de decir. Aún más, implica el sentido (la sensación) de por lo
menos dos objetos. Puede enunciarse ♀♂ = 2. En algunas circunstancias, también
observables en el psicoanálisis, la sensación de two-or-more-ness (la cualidad de dos o más) puede tornarse
sobresaliente. Por ahora Bion va a ignorar la implicancia del número, aunque el
elemento que desea aislar no puede ser descripto a menos que se entienda que ♀♂ ³ 2.
Propuso la oración
negativa, pese a que hubiese sido más simple enunciar: "Siento que puedo
tomar algo dentro". Esto depende de que el estudio de este problema está
al servicio de la investigación de las perturbaciones psicóticas.
Esta descripción
de material clínico, enfoca como significativo el empleo del verbo "estar"
seguido de la preposición "en". Esta generalización puede
partir de la clínica de "Sobre la arrogancia", donde Bion describe el
empleó de la identificación proyectiva, por parte del paciente, reñida con el
empeño, por parte del analista, en usar lenguaje verbal, cuando debería callar
y dar cabida y estadía, dentro de su mente, al miedo a morir o a enloquecer que
el paciente siente.
El número 3 sería
más afín a las ideas de Freud, pero elige dos (2) objetos, en concordancia con
los vínculos primarios duales que Klein describió. Sabemos que se está
refiriendo a la identificación proyectiva como el movimiento mínimo
psicoanalítico que supo detectar en aquel trabajo. Así pretende abarcar toda la
gama de fenómenos observables en el psicoanálisis, no importa si se trata de
algo tan primitivo como poner la emoción "miedo a morir" (como si
fuese una cosa) en la mente del analista o si se trata de que el paciente
cuenta un sueño, porque quiere comprenderlo en sesión. En ambos casos UNO
pretende poner en DOS algo y DOS lo toma o no. Eso sería ♀♂ = 2. "Más"
-♀♂≥2-⁷señala
algún caso en que existe otro objeto, el tercero, que no es el que introduce,
ni el que recibe, acerca del cual se siente o se quiere decir algo.
El que
tomar-algo-dentro sea sobresaliente en el análisis “algunas veces”, evoca
también las descripciones de Klein de la posición depresiva. Ella pensaba que
el hecho de que el paciente quiera "introyectar" es el signo
distintivo de esa posición: que incorpore algo que no tenía antes dentro, que
se acompaña de una sensación de hambre.
Bion quiere
destacar un paso previo y por
eso subraya que, en algunas situaciones, importa más que el paciente (que hasta
entonces no podía) intenta poner algo dentro del analista o tomar algo de él
para incorporarlo dentro, como paso anterior a comprender aquello que se quiere
introducir. No olvidemos que antes de
cualquier otra función, es propia del pecho, ser un órgano receptivo.
El número es una
abstracción que usan los
científicos, pero que, según Bion, tiene que haber surgido en algún momento del
desarrollo del aparato psíquico. Así lo explica en "Aprendiendo de la
experiencia" donde usa "twoness",
acá complicado con "-or more-".
Es decir, si un paciente (bebé) se encuentra con la curiosidad de un
psicoanalista (mamá) y le introduce varias veces, algo que él siente que tiene
dentro suyo, aquello que tienen en común esas experiencias es que hay dos
personas distintas y entonces se puede definir el número dos; y eso es
inconcebible antes. Llama a esto sentido de realidad primitivo[4]. Cuando el
paciente siente que existe una experiencia emocional que llamamos “fin de
semana”, entonces aparece el número 3 y, como un corolario, la sucesión de los
números naturales, porque se puede definir la suma con los celos. No importa quién es el que pone y
quién el que toma, el punto es que alguien incorpore algo que antes no tenía.
Si el paciente es un esquizofrénico, el analista es quien toma algo dentro
primero.
Planteado así,
como un movimiento esencial, este concepto es propio de Bion, que propone una
operación anterior a lo que Klein llamaba el inter-juego entre proyección e
introyección, como algo normal. En contraposición, los excesos en
cualquiera de ambas direcciones, interrumpían el inter-juego entre proyección e
introyección.
Algo está en algo: Cada una de las oraciones que Bion propone (el
paciente está "en" análisis, o "en" una familia o
"en" el consultorio o tiene un dolor "en" la pierna) puede
no ser el rasgo esencial de la sesión en que fue mencionada. Tomadas en
conjunto, tienen algo en común que es “estar en". A pesar de la relativa
insignificancia que puede corresponder a alguno de esos “estar en”, Bion piensa
que el conjunto delata no un error de categoría, sino la expresión de la
comprensión inconciente de ♀♂(continente
contenido) como la serie a la que todas pertenecen". Es decir que supone
la existencia de una sabiduría inconciente en el idioma que expresa mediante la
locución "estar en" lo que tienen en común todas esas situaciones: ♀♂.
Aquí subraya la
existencia de situaciones peculiares, cuando el material psicoanalítico se
refiere a situaciones apropiadas para la teoría kleiniana de los objetos
internos, que estudia ampliamente en "Transformaciones". La analogía
entre estar un paciente en análisis y estar en familia no es sólo fácil de
imaginar, sino esencial en cuanto al procedimiento analítico ya que éste supone
que el paciente repite en la transferencia las situaciones emocionales que
experimentó al enfrentar la relación con sus padres, pero estar un dolor en la
pierna parece tener una naturaleza diferente[5].
Este es un ejemplo al que Bion recurre una y otra vez. Uno parecido usó en
“Aprendiendo de la experiencia” para ilustrar su definición de función.
Cuando en 1929,
Klein escribió sobre las personificaciones, utilizaba un predecesor innominado
aún de la identificación proyectiva. De acuerdo con aquellos razonamientos de
ella, podríamos decir que los impulsos incestuosos y parricidas de Dick estaban
en el tren más pequeño de la interpretación de Klein. Otro caso diferente y más
sencillo, sería decir que el sadismo de Jorge estaba fragmentado y “en” cada
una de las fieras y cada uno de los combatientes de cada uno de los bandos que
se enfrentaban en sus ensueños diurnos que lo apartaban de la realidad.
También que la
opinión de cada miembro del grupo de supuesto básico (todas iguales entre sí)
estaba en las gaviotas del sueño de la pobre mujer que se atrevió a contarlo,
quien a su vez estaba representada por (estaba en) la mujer sola, en la playa
del mismo sueño.
A partir del final
del capítulo 7, Bion se ocupará de los pacientes con perturbaciones del
pensamiento y entonces será estudiada la situación especial en que la atención
de un paciente está, por ejemplo, en los lentes oscuros. Piensa que es posible
establecer una relación psicoanalítica eficaz con un esquizofrénico y por lo
tanto supone que el método puede despertar pasión aún en aquellos pacientes que
viven en un mundo de objetos bizarros.
IV. La significación
Bion propone que:
“El juicio acerca de la importancia o significación de un acontecimiento
emocional durante el cual una verbalización semejante (“algo está en algo”)
aparece como apropiada a la experiencia emocional, depende del reconocimiento
de que continente y contenido ♀♂ es
uno de los elementos del psicoanálisis.”
El término
“significación”, ya mencionado en "Aprendiendo de la experiencia", es
reintroducido aquí, equiparándolo provisoriamente a “importancia”. Una
verbalización del tipo “algo está en algo” ilustra adecuadamente la experiencia
emocional que corresponde al acontecimiento emocional (el segmento del
tratamiento, la sesión o parte de la sesión que se estudia) según cómo el
analista juzgue la importancia que el paciente atribuye al hecho de haberla
dicho, o qué significación tiene para él decirla, en cierta medida
independientemente del contenido de la misma.
Esto cobra mayor
claridad si recordamos que un dicho, si funciona bajo el principio del placer,
tal como lo describió en “Aprendiendo de la experiencia” está al servicio de la
evacuación de la emoción. Entonces una frase odiosa evacua el odio y el
parlante queda libre de ella, de la misma manera que un bebé evacua el odio
mediante una identificación proyectiva en un pecho malo: cuando lo hace ya no
tiene odio él, sino el pecho y ahora puede amar otro pecho.
En cambio, bajo el
principio de realidad, si
alguien dice "lo odio", no evacua el odio y permanece odiando a la
segunda persona del coloquio.
Existe una situación
intermedia fundamental que corresponde al principio de realidad primitivo,
en que la frase ubica la emoción en la mente del analista para que allí sea
contenida.
Bion intenta
resaltar la trascendencia que para él tiene reconocer cómo emplea el paciente
la identificación proyectiva. Existen dos maneras muy distintas de emplearla:
1º. es la que
Klein describió (sin nombrarla) en “La personificación en los juegos de los
niños”, que ambos consideran equivalente a la narración de un sueño.
2º. la otra es ubicar una emoción en alguna
cosa para deshacerse de la misma. Lo que Bion intenta destacar es, si con
el dicho, el paciente intenta afectar al analista y es a su vez afectado por
él, o no. Entonces importa tanto si el paciente emplea ideas o cosas en la
sesión, como para establecer un vínculo donde reedite la investigación sexual
infantil acerca de su relación con los padres, o la evada.
Si los analistas
aceptamos que ♀♂ es un elemento del psicoanálisis (una abstracción
esencial), entonces nos veremos en la necesidad de ubicar que significación
tiene una frase del tipo “algo está en algo” que se ha pronunciado en una
sesión. En términos más tradicionales: según sea la naturaleza del objeto (con
el sentido más amplio posible, que abarque desde un personaje de un sueño o un
juguete, hasta un mueble) donde se haya puesto una emoción, y según cómo se
afecten el paciente y el analista, se podrá juzgar la importancia que tiene
para el paciente haber efectuado la identificación proyectiva correspondiente.
No tiene la misma importancia poner la atención en los anteojos oscuros para
recuperarla, o la sexualidad agresiva en el rincón derecho para que no
interfiera, que evacuar las emociones en partículas tan pequeñas que no
permitan la penetración del problema que se intenta investigar. Tampoco tienen
la misma significación que el paciente cuente un sueño donde pone su envidia en
un hermano delincuente, que está en el mismo bote, o decir que soñó y contar
algo que él cree que fue un acontecimiento, como si hubiese sido un sueño.
♀♂ es
central, como describe
explícitamente en "Sobre la arrogancia", cuando el paciente pone
emociones insoportables dentro del analista, para después recuperarlas como en
"Diferenciación de la personalidad psicótica de la no psicótica".
No es
central, si un paciente
cuenta un sueño y lo trae en actitud expectante (D), o si personifica un juego,
entonces se da el segundo caso, donde existe un sistema de elementos
relacionados -cada uno de los personajes del sueño o del juego- que se imparten
significado entre sí. Por ejemplo, el Sr. C tenía que ubicar su orina en un
sector muy especial de la lámpara invertida para humillación de su padre. En
todos estos casos, el paso previo se ha cumplido: el paciente está ya en
posición depresiva.
V. El primer
elemento ♀♂
Bion insiste en
especular aquí acerca del nombre que ha elegido para el elemento, más que
acerca de la oportunidad de su inclusión. Cree que el término “continente -
contenido” arrastra en su acepción un significado de condición estática, que es
enteramente ajena a la naturaleza de lo que debe designar: en la pasión ambos términos (algo
está en algo) se conmuevan en la cópula.
Bion quiere usar
“continente–contenido” psicoanalíticamente, pero se encuentra con que tiene una
reminiscencia de la ciencia física, puesto que alude (como modelo) al concepto
"capacidad", una magnitud que permite medir qué volumen de un
fluido ocupa un recipiente. Bion está haciendo una alusión crítica a la teoría
de la libido y al modelo de los vasos comunicantes. En cambio, prefiere como
punto de referencia la teoría de la identificación proyectiva de Melanie Klein,
que destaca algo distinto. La situación no mejora si se usan verbos (contener o
estar contenido), aunque supongan más acción, en lugar de sustantivos. En
"Aprendiendo de la experiencia" Bion había dicho que los
psicoanalistas no llegarán a entender a los seres humanos mejor que un
esquizofrénico, si no advierten que trabajan con seres vivos y no con máquinas
(hidráulicas en este caso) y que, por lo tanto, los mecanismos son inapropiados
para describirlos.
Bion es un
psicoanalista que intenta poner orden en el caos y por eso hace comentarios
metodológicos. La abstracción, que denomina ♀♂
postulada como el primer elemento que necesita para construir su tabla, es
desconocida por incognoscible como cualquier otra, "silla", por
ejemplo. Hace una revisión metapsicológica, que no es su meta primordial. Como
cree que el psicoanálisis es una disciplina clave para aclarar algunos problemas
que se plantea la teoría del conocimiento, a veces invade el campo que
tradicionalmente se le atribuiría a la filosofía, pero sin embargo actúa como
un científico. Quiere ofrecer a la filosofía un laboratorio para resolver los
problemas epistemológicos. Cree que el diván con pacientes con trastornos del
pensamiento es un laboratorio ideal para esa investigación.[6]
Remarquemos la
afirmación positiva: ♀♂ es un elemento
psicoanalítico. Es una abstracción que se representa con un modelo inadecuado,
prestado de la física, que denota que
a) dos individuos se vinculan a través de sus emociones.
b)
También
tiene un signo (♀♂)
c) y términos (continente-contenido) que permiten
nombrarlo.
Para definir al
elemento empleó una abstracción, y ésta no es observable. Esto no quiere decir
que exista menos concretamente que una silla. En ese sentido ♀♂ es una abstracción que corresponde a una cosa en sí
misma. Las cosas existen, pero no son idénticas a las ideas con que se las
piensa; las recorta quien por ellas es impresionado y en ellas se interesa,
aunque existan al margen del recorte. Las cualidades primarias dependen del
aparato con que piensa el ser humano y consisten en que: las cosas ocupan
tiempo y espacio y que la comprensión de los fenómenos se logra empleando las
leyes del razonamiento. Las cualidades secundarias son las que resultan de los
efectos que las cosas producen sobre los sentidos, incluyendo el órgano de la
conciencia, a los que alteran cuando los impactan. El resultado de los impactos
son las impresiones sensoriales.
♀♂ es una
abstracción, no es cada uno de los fenómenos que como conjunto agrupa. La
abstracción central sólo es un fenómeno, en tanto Bion toma conciencia de que
conviene postular la existencia de algo que no la tiene, como si de hecho fuese
una cosa en sí misma.
Bion propone, para
comparar con la existencia del elemento que acaba de definir, la existencia de
una tabla, porque está anticipando su propia tabla.
Las cosas existen,
pero las abstracciones las designan cuando un grupo de seres humanos las
denomina con sentido común. Si un individuo choca contra una mesa mientras
camina, el impacto le da pruebas de que algo existe allí. Pero es una mesa
material, sólo porque se define que las mesas existen y tienen determinadas
propiedades constantemente unida; la impenetrabilidad es sólo una de ellas.
También tienen patas, una tabla lisa encima.
Los psicoanalistas
chocan también contra experiencias emocionales que tienen en común "estar
en" en los consultorios, como si fuera contra una mesa. Precisamente
de experiencias de ese tipo surgió una de las primeras definiciones del
psicoanálisis, la de resistencia, pero la definición de la abstracción
es un existente porque conviene definirla así. La formulación “La existencia de
la mesa es la explicación de fenómenos que conviene agrupar en un “set” con el
nombre mesa” se ajusta muy bien a la situación que está discutiendo, pero también
responde adecuadamente para la tabla de los elementos.
Comparémoslo ahora
con un geómetra (Euclides) para seguirle la pista, aun cuando sepamos que la
geometría no es una ciencia experimental. Si va a hacer un psicoanálisis
científico tiene que postular los elementos con los que va a trabajar.
Entonces, así como un geómetra define recta y apela a modelos como una raya, o
la palabra "recta" para determinar uno de los elementos con los que
va a pensar, Bion acaba de definir su propia recta, que es ♀♂. No hay observables en el mundo real que sean una
"recta", pero la recta es una idea útil para pensar en muchas
experiencias de la física. Tampoco existe nada que sea ♀♂, pero es una idea útil para pensar en los vínculos
que se experimentan en las sesiones.[7]
Da lo mismo, para razonar sobre la existencia, que se tenga en cuenta “mesa” o ♀♂. Ambas son abstracciones y se pueden encontrar
realizaciones de mesas particulares o de identificaciones proyectivas
particulares que las satisfagan.
Un tratamiento
psicoanalítico es una serie de experiencias emocionales entre dos personas en
las que ellas se hacen cosas entre sí que los conmueven. Estas tienen otras dimensiones que también son apreciables.
Lo que se hacen se puede pensar como funciones. Aunque parezca raro, una
mesa en definitiva también se define por funciones. Una cama y una mesa pueden
tener formas muy parecidas, como consta en alguna de las interpretaciones de
sueños de Freud, pero cumplen diferentes funciones.
Los objetos y los
elementos que estudian los psicoanalistas son funciones, pero los pacientes tienen de ellos representaciones
de cosa. También los médicos aprendieron a mirar, oír, tocar, oler y gustar y
por lo tanto agruparon enfermedades según cómo los signos de la enfermedad
impactaban a sus sentidos cuando examinaban a los pacientes. Si alguien se
despierta para orinar muchas veces por la noche y su orina es dulce, padece una
diabetes mellitus[8].
Sólo más tarde sus razonamientos tuvieron en cuenta las funciones. El objeto
papá no se definirá entonces porque usa pantalones y tiene pene o bigote, sino
por las funciones que cumple para con los demás objetos. Entonces los elementos
psicoanalíticos surgirán de aquello que se hagan entre sí el paciente y el
analista. Habrá que delimitar las funciones que entre ellos se ejercen. Los
objetos deben entenderse como un conjunto de funciones constantemente unidas.
Los objetos a los que Bion se refiere aparecerán más tarde, pero ya adelantamos
que el objeto que estudia es un sueño.
♀♂ será entonces la
abstracción central.
Tanta es la importancia que le atribuye a la identificación proyectiva.
[1] A pesar del tener conciencia del avance que su fórmula
representaba, Newton se daba cuenta de que era imposible que dos cuerpos distantes
ejercieran fuerzas entre sí. Él relacionó esa regularidad a una arquitectura divina. Einstein descubrió qué empuja a
los astros para que se muevan.
[3] Tentativas de una historia
evolutiva de la libido sobre la base del psicoanálisis de los trastornos
mentales.
[4]
Un ejemplo de cómo el análisis brinda una base para los postulados de los
filósofos, en este caso Kant y sus categorías primarias.
[5]
No es lo mismo que la significación sea un sueño: el paciente sonó que tenía
una marcha particular o que el paciente narre que soñó con un dolor en la
pierna.
[6]
Algunos piensan que Bion se aparta del terreno propio del psicoanálisis, cuando
se embarca en sus especulaciones epistemológicas, pero en realidad no es más
que un psicoanalista que se ocupa de ir más allá de donde Klein llegó, en su
investigación del modo en que el yo se conecta con la realidad en el 30 y el 31
con Dick y John. (comentario personal de Horacio
Etchegoyen).
[7] No parece casual el símil entre una recta, que queda
determinada por dos puntos, y ♀♂ que necesite por lo menos de la interacción de
dos personas.
[8] Existe otra diabetes menos
frecuente que se llama insípida por razones obvias.