sábado, 2 de septiembre de 2017

Elemento del psicoanálisis. Capítulo primero.


La regla y el compás de Bion


Elementos del psicoanálisis
por Angel Costantino.         
Los árabes difundieron el aviso que los filósofos griegos solían poner en la puerta de sus colegios:
No permitas que venga a nuestra escuela quien no ha leído “Los Elementos de Euclides”.
Cuando Bion denomina esta obra Elementos del psicoanálisis”, no podemos omitir preguntarnos por qué buscó “elementos”, para remediar las dificultades que veía en las teorías psicoanalíticas. Se nos ocurren dos fuentes.
 1º. Euclides de Megara.
Euclides trabajo alrededor del 300 a. C. Recopiló el saber de los griegos. Ordenó los conocimientos geométricos dispersos. Su obra tuvo múltiples ediciones, sólo superadas por la Biblia.
2º. Los sueños:
Creo que podemos considerar a los sueños, el objeto fundacional del psicoanálisis.  Fue la principal fuente a la que acudió Freud, cada vez que lo embargaba una duda. También la interpretación que damos es otro sueño, sobre todo, cuando no nos ha sido interpretada en nuestro propio análisis.

Creemos que Bion estudia los muy perturbados pacientes que atiende, con una meta importante in mente, plasmada en la tabla: que lleguen a soñar. No es fácil que un esquizofrénico crónico cuente un sueño; por eso su clínica se mueve desde el lenguaje desarticulado con el que llega el paciente, hasta que en una sesión dice “Anoche tuve un sueño” y después asocia. El eje vertical de la tabla puede considerarse dividido en dos partes por la hilera C, la que reúne los sueños y mitos de las personas y los pueblos, incluidos aquellos que se difundieron más allá de las fronteras de los pueblos de su origen y se hicieron universales, partiendo de la Media Luna de las Tierras Fértiles y Grecia[1].
Si el sueño es un objeto psicoanalítico, que se nos llega mediante una narración de imágenes, a partir de él podrían surgir elementos que lo componen. Bion no hace distinciones entre contenido manifiesto, estímulo y material latente relacionado. Llama a todos pensamientos del sueño. Todavía más, emplea una sinonimia tan coherente como sorpresiva.
Sueño= pensamiento
Pensar= psicoanalizar
Reconstruye qué hace una mamá, a partir de lo que hace un analista. Afirma que es necesario que ella haya cumplido con buena parte de sus funciones maternales, para que nosotros podamos hacer las nuestras.












Capítulo 1      
Bion plantea que el psicoanálisis es una ciencia que tiene problemas en la teoría y en la clínica, cuya resolución va a intentar.
I.               Describe con preocupación el estado actual defectuoso de la teoría y hace del mismo una crítica meticulosa.
II.              Busaca una solución con un método que consiste en encontrar abstracciones, que denomina elementos, cuyas cualidades enuncia.
III.            Enumera finalmente los cinco elementos que va a emplear ♂♀, PS«D, las emociones, las ideas y la razón. 

Reconoce que, si se considera al psicoanálisis una ciencia, merece las críticas que recibe, porque es una disciplina en formación. Ni Freud, quien intenta seguir el método científico, ni Klein, incomparable observadora, logran formular “una ciencia con rigor”. Bion, parado sobre sus hombros, nos señala sin piedad nuestros baches en la teoría y en la clínica. Él se incluye entre los que se equivocan en más de una ocasión. De hecho, dice que un análisis suele estar constituido por repeticiones y errores.
1 El estado actual de las teorías psicoanalíticas
Sobran las críticas para la teoría psicoanalítica, tanto por parte de los científicos ajenos al psicoanálisis, como por parte de los mismos psicoanalistas que a menudo zozobran al evaluar su quehacer. No tienen el rigor de las ciencias duras. Debería deslindar las abstracciones teóricas de las observaciones y establecer normas para que éstas apoyen o refuten las hipótesis teóricas, sin confundir unas con otras
1º Son demasiado teóricas, es decir incluyen demasiadas características de una representación de una observación para ser aceptables como una observación.
2° Son demasiadas concretas como para tener la flexibilidad que les permita que una abstracción se aparee con una realización.
Esto hace que una teoría que podría ser vista ampliamente aplicable, si fuera lo bastante abstracta es susceptible a ser condenada cuando por su misma condición de concreta, se torna difícil reconocer una realización que la pueda representar.
A la inversa si una realización está disponible, la aplicación de la teoría a la misma  puede parecer que involucra la distorsión del significado de la teoría.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            
Tienen un doble defecto
1º. La descripción de los datos empíricos es insatisfactoria ya que es una “teoría” de lo que está sucediendo allí, en lugar de ser un relato fáctico de los acontecimientos.
2º. La teoría acerca de lo que sucede no puede satisfacer los criterios aplicados a una teoría, como ese término se emplea para describir los sistemas teóricos usados en una investigación científica rigurosa.
Un trabajo de Wisdom
Wisdom enfoca este problema para el caso de una sola patología, la depresión, tratada por diferentes autores. Importa recortar alguna de sus ideas para comprobar cómo, las reflexiones de Bion fueron formuladas en el seno de un grupo de pensadores, que intentaban aclarar temas afines.
Semejanza de los razonamientos de ambos autores.
Wisdom dice; "Se puede señalar que esta teoría (depresión), como muchas de las teorías psicoanalíticas básicas, como la del complejo de Edipo o la del complejo de castración son intrapsíquicas". Es decir que son observables como emociones que suponen creencias del individuo y a la vez constituyen enunciados de las teorías psicoanalíticas.
Revisa la estructura e interrelación de los enunciados en la zona teórica, al margen de la experiencia clínica, comparando las hipótesis científicas de teorías de distintos autores sobre el mismo tema, teniendo en cuenta los elementos comunes, las contradicciones entre ellas y las imprecisiones dentro de cada una.
Interés del empleo del concepto "hecho seleccionado
Cuando compara la teoría de Klein con la clásica, dice que, el único aporte novedoso que Klein hace, es el de la teoría de la reparación. "Podría parecer que estoy discutiendo la originalidad de Klein; su hipótesis de la reparación, sin embargo, era original. Realmente lo que he destacado es que todos los elementos de la teoría (de Klein) estaban en el análisis clásico (Freud - Abraham) implícitos. En la medida en que estaban solamente implícitos y no establecidos, ella los ha expresado; lo que es sólo una forma discreta de novedad. Los elementos no habían sido unidos, y varias veces, en una ciencia, se requiere un alto grado de originalidad para crear una teoría que integre cierto número de puntos bien conocidos, cuando esto presupone verlos de un modo nuevo." En términos familiares dice que, con su enfoque, Klein detectó un hecho seleccionado que le permitió describir su hipótesis de la reparación, que se articula lógicamente con la teoría de las posiciones.
La reparación, cuando es eficaz, es el indicador de que la posición depresiva se estabiliza y, por lo tanto, están dadas las condiciones para el desarrollo de los conflictos clásicos de la situación edípica. Es necesario discriminar cuales factores afectan la eficacia de la reparación. Estas condiciones sufrieron profundas revisiones con la posterior teoría de Klein sobre la envidia y la identificación proyectiva.  Wisdom dice: "La envidia es patológica, pero la identificación proyectiva no, es más bien un mecanismo normal, que puede servir a fines patológicos o normales". Bion emplea esta idea, para describir ♀♂, ya que la elaboración de la posición depresiva no puede darse, sino gradualmente en pasos sucesivos, hasta su resolución.
Wisdom anticipa el camino que deberá recorrer Bion; lo anuncia: "Todas estas hipótesis podrían comprobarse llevándolas a la experimentación clínica, aunque en algunos casos, la experiencia tendría que ser de gran dificultad y exigiría una gran sutileza de interpretación y de apreciación de los matices que se tienen en cuenta para hacerla". Eso intenta Bion, no sólo para la depresión, sino para todas las patologías.
Wisdom describe a qué deberá atenerse quien pretenda hacer un enfoque científico: “Aunque no lo haya mencionado, este artículo es meta-científico (metodológico), es decir que tiene que ver con la naturaleza de la ciencia. No tiene definiciones, porque las definiciones no juegan ningún papel en la ciencia y tampoco la clarificación de los conceptos, mientras que la teoría domina la totalidad del proceso. Ocasionalmente es necesario especificar qué designa un concepto en el uso; pero es la parte menor del trabajo teórico; en ejemplos importantes la connotación de los conceptos no puede ser especificada de ese modo, y su significado se puede explicar sólo por el papel que juegan en una teoría. No desprecio la importancia de ser claro, pero es posible que el énfasis puesto en la clarificación de los conceptos por los científicos sociales sea un medio para evitar dedicar el pensamiento a las teorías. En este artículo la finalidad era clarificar la teoría de la depresión, y si fuera posible deducir de ella consecuencias; porque una de las principales funciones del trabajo teórico es descubrir la posibilidad de fenómenos, cuya existencia no se sospecharía de otro modo. Los resultados sólo se producen en la medida que el trabajo teórico sea coherente y en la medida que sobrevivan a la experiencia. El procedimiento clásico de la ciencia (que Freud era casi el único en seguir entre los científicos sociales) no ofrece garantía alguna de resultados, presenta sólo la posibilidad de conseguirlos; pero si no se sigue, seguramente no los habrá”.
Un ejemplo que permita bajar estas afirmaciones al terreno de esta obra puede ser las “emociones”, que Bion define de una manera diferente a la de sus maestros. La dificultad de tener en cuenta la relación entre las hipótesis científicas, en lugar de simplemente definir los conceptos, explica el motivo del progreso gradual y   explicitación de los elementos del psicoanálisis en la clínica, en el último capítulo.
La teoría psicoanalítica es defectuosa porque presenta dos problemas: 
(1º.) El primer problema: Los psicoanalistas deben precisar cómo se observan realizaciones, experiencias referidas a la reparación, y no simplemente pensar que la reparación es observable en forma directa. Además, el analista debe poder describir qué es lo que está roto (el objeto o el yo), cómo se lo repara y cómo varía la situación analítica luego de que la reparación se haya efectuado.
Galileo miraba rodar una pelota por una canaleta inclinada a lo largo de una distancia, medida con un metro, y determinaba la cantidad de tiempo, con relojes primitivos. Después comprobaba si las mediciones satisfacían a la ecuación.
Para obviar el defecto que implica carecer de cálculo. Bion va a ensayar la construcción de una teoría para "sopesar" qué está sucediendo en el consultorio. Con ese fin, deberá definir cuales magnitudes se pueden apreciar en una observación (como Galileo usa distancia y tiempo). Especificará entonces las dimensiones de los objetos psicoanalíticos. Llega a contar con magnitudes, pero no tiene cálculo.
Los pasos que se ve obligado a llevar a la práctica un físico experimental para hacer una medición, son mucho más complicados de lo que creemos los científicos sociales, e igualmente lo serán los recaudos que deberá tomar un psicoanalista, antes de interpretar un significado, especialmente si está ante una patología seria.
Un observable para un analista es un tema que siempre ocupó a Bion, desde “Experiencias en grupos”, pasando por “Volviendo a pensar” hasta “Aprendiendo de la experiencia”. Sin duda el relato verbal que hace el paciente constituye una parte del mismo, pero Bion no lo jerarquiza. Descarta completamente un grabador. Una cámara podría ofrecer diferentes tomas, pero no decidir cuáles tomas enfocar. Quedan fuera del registro situaciones de captación más compleja, como la angustia del paciente (que no se puede percibir con los sentidos), las emociones y recuerdos del analista. Si existiera un holograma que registrase en cuatro dimensiones una situación, seguiría faltando elegir qué tomar en cuenta. Siempre es necesario un pensador que decida qué objetos tener en cuenta, de la misma manera que es necesario un físico que decida cuales aparatos usar, cuales magnitudes medir y cómo hacerlo.
Bion no tiene en cuenta que no todos los analistas de las distintas escuelas actuales elegirían como significativos los mismos hechos. Su interlocutor es alguien que conduce un tratamiento con lineamientos parecidos a los que empleaba Klein.
  
 2º. El segundo problema se plantea por el uso de un cuerpo teórico, compuesto por muchas teorías cercanas a la clínica. Esto nos permite enfrentar fantasías inconcientes de muy diversa índole (C), confirmando las hipótesis puestas en juego (F), pero crea otro problema: la falta de una hipótesis de mayor nivel de abstracción (G), que abarque la diversidad de muchas hipótesis de menor nivel. Las hipótesis de menor jerarquía son difíciles de diferenciar de las creencias intra-psíquicas de los pacientes y resultaría difícil sostener la teoría del Complejo de Edipo, como hipótesis central que las incluya.

I.               a) Comienza a plantear su solución, buscar los elementos del psicoanálisis:

En primer lugar, busca abstracciones, que le permitan representar las realizaciones, tal como se han descripto en la literatura psicoanalítica, que son las que cualquier psicoanalista se dispone a reencontrar en cada sesión. Esas abstracciones deberán
a)    tener el mínimo de particularización,
b)    no van a ser específicas para una enfermedad o un paciente, sino que
c)    servirán para todas las situaciones que los psicoanalistas enfrenten.
d)    Con esas abstracciones desarrollará una teoría - la tabla –
e)    que permitirá usar la teoría del complejo de Edipo, para clasificar cualquier experiencia que un psicoanalista haya interpretado, desde los celos de una histérica, hasta la actuación de un psicópata.
f)     Las abstracciones van a tener denominaciones con forma de signos. Ya utilizó muchos: elementos a y b, ♀, etc.
g)    El empleo de signos, con los que denominará a las abstracciones, aumenta la precisión,
h)    pero disminuye la comprensibilidad, por lo cual va a tener que
i)      apelar a modelos. Los científicos duros también emplean modelos, pero ellos cuentan con cálculos, que les permiten confirmar o refutar sus teorías, cuando se dedican a hacer observaciones. Sin pretender llegar tan lejos, así podrá “ver” cómo funcionan, en psicoanálisis, abstracciones y modelos (signos y mitos) simultáneamente.
Es un destino anunciado que el hijo sobrevivirá al padre. El punto crucial, acá metaforizado con caminos, indica el momento y el lugar donde el poder cambia de mano.
Nota bene: Busca abstracciones o elementos que conformen una teoría: “la tabla”. Esta no representa la teoría del complejo de Edipo. La tabla es un instrumento que permite ampliar la aplicabilidad de la teoría del complejo de Edipo con precisión.
Según él cree, en el estado actual del psicoanálisis existen demasiadas hipótesis científicas (las compara con ideogramas de una escritura no alfabética), que consisten en afirmaciones insuficientemente abstractas y reina el desacuerdo entre los trabajos, pues difieren entre ellos en cuanto a qué definen y qué sesgo adquiere cada idea dentro de cada uno de los desarrollos. Él cree que puede encontrar unos pocos elementos, cuyo número, estaría dentro de un rango de las letras.
Bion propone que la descripción de las características de una entidad clínica se ajusta muchas veces también a las de otra entidad. Es probable que esto no se dé dentro de la obra de un mismo autor, pero varios autores, aún pertenecientes a la misma escuela, describen en términos personales entidades semejantes. Afirma además que, si uno lee un trabajo, las mismas abstracciones que hace el autor de las experiencias en las sesiones que describe, rara vez son una representación adecuada para las realizaciones que intenta describir.
La combinación que reúne los elementos determina el significado que trasmiten. Un mecanismo típico de la melancolía, debería serlo porque los elementos están combinados de una manera apropiada para ella. Se propone abstraerlos, liberándolos de esa combinación y de las particularidades que les otorgan las relaciones que tienen entre sí en las realizaciones de un melancólico. Los elementos que sirven para describir el mecanismo de esta enfermedad, también tienen que servir para la histeria o el cáncer.
Aunque resulta tentador, no podemos considerar elementos a los integrantes de la personalidad (el self y los objetos con los que se relaciona[2]), porque no reúnen algunas de las condiciones requeridas. Su candidatura falla porque los personajes
(1)  son demasiado complejos, aunque
(2)  pueden ser encontrados, agrupados y relacionados entre sí, de diversas maneras típicas en cada entidad nosográfica,
La elección va a seguir otro rumbo; recaerá sobre las características que asumen los sueños, a los que ya consideró el objeto de estudio por excelencia del psicoanálisis.

II.b Características primarias que deberán tener los elementos
En este primer capítulo Bion alude a la tabla como una teoría o sistema deductivo científico que forma parte de la teoría de la técnica y como un instrumento. 
Para eso, Bion selecciona abstracciones que llama elementos. Enuncia las cualidades primarias que deben tener. Se ocupará después de las secundarias, las correspondientes a las realizaciones, que en la clínica se acerquen esas abstracciones.
1)             Los elementos deben ser
(i)             capaces de representar las realizaciones a partir de las cuales se aíslan.
(ii)           Formuladas las abstracciones, los analistas se deben poner de acuerdo en encontrar las realizaciones a partir de las cuales se los describió. En "Aprendiendo de la experiencia" Bion describió este requisito fracasando en las alteraciones del pensamiento que un paciente.
(iii)           Decía que un psicoanalista que piense en términos de mecanismos tiene una dificultad para pensar las experiencias en las sesiones, comparable con las de los esquizofrénicos.
(iv)          Además, si no contase con las abstracciones, no podría pensar sin el problema presente, al igual que el psicótico.
(v)           En otros términos, hecha una abstracción, el analista y el paciente tendrían que ser capaces de comprobar que la interpretación representa la situación que la abstracción intenta describir.
2)             Los elementos deben poder articularse con otros elementos similares.
(i)             Este requisito es un corolario de lo anterior. Tiene un carácter tautológico. Si está buscando aislar elementos, tales que, una vez reintegrados sirvan para describir las realizaciones psicoanalíticas, es obvio que deben poder combinarse.
(ii)           Más allá de eso, si una función cualquiera de la personalidad existe, los elementos deben relacionarse según las reglas de esa función. Por ejemplo, si la función es “dividir”, tiene que existir algo que puede ser “separado” en partes, algo que divida y partes como resultado de la división. Si se trata de la alimentación, alguien tiene que proveer el alimento y otro digerirlo. El ítem anterior y el presente correspondes a las cualidades primarias y secundarias de Kant.
3)             Con elementos que tengan las cualidades (1) y (2), se plantea formar un sistema científico deductivo, la tabla, que permitirá operar con las teorías psicoanalíticas que se elijan de una manera científica rigurosa y a la vez plástica.
En general los seguidores de Bion admiran más su plasticidad, que su rigor metodológico. Su creatividad es sorprendente y exhorta a los psicoanalistas a ser imaginativos. Pero acá está preocupado por la falta de rigor.
La teoría que se propone construir es un intermediario entre los enunciados teóricos del psicoanálisis y la experiencia, una herramienta para la observación. Con ella no intenta cuestionar ni a Freud, ni a Klein, cuyas teorías sostiene, pero pensamos que termina modificando algunos puntos de las proposiciones metapsicológicas de Freud[3].

III. Enuncia los cinco elementos que empleará
Para construir la tabla va a recurrir fundamentalmente:
a)   a las teorías de Klein,
b)    a ideas de Freud acerca de la representación y el proceso secundario y
c)    a la formulación de sus conceptos acerca de las emociones, que surgió a partir del funcionamiento en supuestos básicos en “Experiencias en grupos” y de "Aprendiendo de la experiencia".
Bion denomina "elementos":
a)             Las abstracciones, a las que se dedica acá y
b)             las realizaciones que las abstracciones intentan representar, de las que se ocupa a lo largo de la obra.

III-1♀«
Bion da gran trascendencia a la teoría kleiniana de la identificación proyectiva. Es el primer elemento propuesto y un obvio representante de la teoría de la posición esquizo-paranoide. Se puede observar esta obra como un desarrollo de "Notas sobre algunos mecanismos esquizoides", un trabajo fundamental que responde a un cambio teórico que Klein produce, después de que Fairbairn la criticara por excederse en explicar fenómenos correspondientes a la esquizofrenia y a la histeria basándose en su teoría de la posición depresiva.  
Importa precisar cuál es el rasgo esencial que Bion destaca: el self deja dentro del objeto algo que le pertenece (una emoción) y después sostiene alguna relación con lo que allí puso y con el objeto donde lo ubicó. En cambio, es contingente -no esencial- que el vínculo así establecido, se torne narcisista. Klein pensaba que la identificación proyectiva interviene en el desarrollo normal, pero acuñó el término en 1946 para explicar el funcionamiento de la esquizoidía y la patología afín con la esquizofrenia. Por eso, en su obra, el término está teñido por las características que adquiere cuando el paciente está fijado en la posición esquizoparanoide. En esos casos la denomina excesiva.
♀♂ ≠ Contra-tranfrencia
Klein descarta la “contratransferencia” como recurso técnico valioso. Bion coincide, pero emplea las reacciones que provocan en él las manifestaciones del paciente. Eso no puede llamarse “contratransferencia” porque aquella es un fenómeno inconciente y las reacciones que experimenta Bion, no lo son.
Por otro lado, dado que usa ♀♂, según este fenómeno afecte el paciente, discrepa con Klein en que la identificación proyectiva sea omnipotente. Si tal fuera el caso, su uso evacuaría sin más las emociones indeseadas. En cambio, él considera que ♀♂ es potente o eficaz, porque provoca reacciones específicas en aquellos a quién se dirige, los que están alojados en el polo receptor.  
A partir de estos conceptos, desarrolló sus teorías acerca del pensamiento, reconstruyendo un desarrollo evolutivo, reflexionando acerca de las mejorías psicoanalíticas de los pacientes esquizofrénicos y fronterizos que trató.
El cambio técnico dramático que opera Bion, además de la atribución de eficacia al mecanismo de la identificación proyectiva, al que llama “contenido « continente”, está en el empleo del registro de las propias sensaciones del analista como significativas en la práctica. Fundamentalmente Bion presta atención a cuánta libertad le deja el paciente para que interprete lo que él piensa que está sucediendo en la sesión.
Anteriormente ya había procedido de manera similar, cuando propuso su hipótesis acerca de los supuestos básicos.
 En ellos comprobó el rechazo que los miembros de los grupos expresaban para con sus interpretaciones y la preferencia que mostraban por seguir efímeramente las propuestas de algún paciente. Entonces pensó que la interpretación oportuna era que el grupo esperaba un líder. También que el motivo podía ser la permanencia de una característica inútil arcaica. 
Bion llama "relación dinámica" a aquella que se mantiene en todo vínculo, donde alguien transmite al menos una emoción a otra persona, que la aloja. Una relación dinámica vincula emocionalmente a dos o más participantes que se afectan mutuamente.

III.2  PS « D                                                

El segundo elemento:
(1)          es un elemento abstracto imprescindible para construir la tabla.
(2)          Representa aproximadamente
(a) la reacción entre lo que Klein describió como posiciones esquizoparanoide y depresiva, y
(b) la reacción precipitada por lo que Poincaré describió como el descubrimiento de un hecho seleccionado.
(c) Desarrolla la reacción entre las dos reacciones que cada uno de los dos fenómenos (a y b) involucra. Comencemos por comentar la primera reacción (a).
La posición depresiva en Klein. (un breve resumen para analistas no kleinianos)
La posición depresiva vino a ocupar en la teoría kleiniana el lugar que antes ocupaba el destete en su propia obra, cuando pensaba siguiendo las teorías de Abraham, que el mismo tiene la función de disparador que pone en marcha el complejo de Edipo. Después de haber sido desencadenado este complejo, la ansiedad que se convierte en moneda corriente es la de castración; antes rigen las que llama ansiedades psicóticas (depresiva y esquizoparanoide).    
(i)             Recién en la posición depresiva aparece la capacidad de representar a los objetos en su ausencia.
(ii)           Antes todos los objetos están presentes, cuando ocupan un lugar en la fantasía. No importa si su imagen entra por los sentidos (f) o si es solamente la evocación de un recuerdo o una sensación interna.
(iii)          La principal reacción que provoca la posición depresiva es la posibilidad de pensar en un objeto cuando no está.
En cambio, en la posición esquizoparanoide,
(i)             cuando el pecho está cumpliendo sus funciones, el bebé siente que está con él, no lo piensa.
(ii)           Cuando esas funciones no se cumplen, siente que está con un pecho malo que lo maltrata, en lugar de sentir meramente frustración.
(iii)          En general, aunque no siempre, el bebé percibe que está con el pecho bueno, mientras está teniendo el pezón de la madre en la boca y lo está oliendo.
(iv)          Los pechos malos no son sensoriales de la misma manera, porque son emociones que tienen lugar más frecuentemente[4] cuando la madre no está, es decir
(v)           cuando el pezón no ocupa la boca y la madre no es visible.
(vi)          Entonces la imagen de pecho malo no entra por f.
(vii)        Está formada por algunos datos sensoriales que recuerda de la madre (sin percatarse de que son recuerdos),
(viii)       más todos los sentimientos desagradables de la frustración, que también son sensoriales, pero no entran por los órganos de los sentidos, sino que provienen desde el cuerpo y se perciben directamente por el órgano de la conciencia.
(ix)          Se le atribuye al pecho malo los sentimientos de los que el bebé quiere deshacerse.
(x)           Este objeto está formado entonces a partir de sensaciones internas y recuerdos originados a partir de y, mientras la boca está vacía.
(xi)          Los pechos malos son objetos parciales.
(xii)        Muchos objetos buenos presentes de la posición esquizoparanoide son objetos parciales también. "Parciales" tiene el sentido de que se enfrentan contra los malos, como miembros de un partido, de una lucha.
(xiii)       Tienen una función: defender al bebé de los seres malos, provengan de donde provengan.
(xiv)       En este estadio el bebé no puede ocuparse sino de enfrentamientos y por ende no se puede decir que ama a los objetos buenos parciales,
(xv)        los adora porque se enfrentan contra los otros en su favor.
(xvi)       Importa su función, no su visión anatómica.
Características principales de la posición esquizo-paranoide
(i)             no es su característica propia la escisión del objeto, que siempre existe,
(ii)           Es el self, el que primariamente se parte en pedazos.
(iii)          Las partes amantes se integran entre sí alrededor del pecho bueno total, junto a las partes malas que fueron comprendidas, mientras que las demás partes malas incomprendidas se mantienen apartadas y enfrentadas a las buenas.
(iv)          En esos casos, tanto los objetos como el yo pierden la capacidad de representarse, pensarse y entenderse entre sí.
(v)           Esto puede llevar a que el bebé se refugie con un objeto idealizado y se rodee de un círculo de tropas que enfrentan a los invasores.
(vi)          Cuando las ansiedades de la posición depresiva (ligadas a la muerte inminente o al mal estado del objeto), no pueden resolverse con las defensas maníacas, tanto los objetos como el yo pierden la capacidad de representarse, pensarse y entenderse entre sí.
(vii)        Klein describió la mayoría de las confusiones, los fenómenos de alteraciones del pensamiento, el lenguaje desarticulado, la presencia de seres muertos y vivos, que se le suelen atribuir a Bion, pero no la identificación proyectiva de las funciones del yo. 
El articulador básico que promueve la vigencia de la posición depresiva es la identificación introyectiva, o la introyección simplemente, de la madre con su capacidad de entender a su bebé, mientras lo ama como un hijo, que es de ella y de su marido. Logra estar atenta al odio del bebé cuando está enojado o desesperado, recordando qué le ha sucedido, teniendo en cuenta sus cambios emocionales, evocándolos para comprenderlo y criarlo (según la traducción de la experiencia que hace de la que ella tuvo con su propia mamá). Esto es la reverie[5]. Fue descripta por Klein en 1934.  Klein llama a esa madre, cuando es introyectada, núcleo del yo y cumple con la función que Bion llama a.
Es un objeto bueno total introyectado, con funciones fundamentales para el desarrollo. Puede enlazar las distintas sensaciones afectivas separadas del bebé en sentimientos, como los celos, la rivalidad, la culpa etc. Entonces, el bebé puede juntar, en el pensamiento, los pechos bueno y malo y se da cuenta de que ambos pertenecen a la mamá. Esto lo va haciendo de a poco, una y otra vez, hasta que llega el momento en que la ve desde otra perspectiva, que Bion asocia a la adquisición de la binocularidad. Allí se estabiliza la posición depresiva y el bebé comprende que ambos pechos eran buenos y el malo era malo, porque él lo despojó de sus propiedades. Es así como el bebé adquiere la noción de "personas", la de mamá y enseguida la de papá, necesarias para elaborar el complejo de Edipo. Antes todo el mundo es el cuerpo-mente indiferenciado de la madre.
Klein no habla en términos de funciones, pero describe cualidades para el pecho -básicamente receptivo- que equivalen a las funciones.  
a)              La paciencia es un atributo fundamental de la bondad, implica que el objeto bueno soporta el dolor del bebé y sus sentimientos malos.
b)             La generosidad caracteriza la actitud de la madre que brinda soluciones para los problemas evolutivos del bebé, sin esperar retribuciones, o a lo sumo gratitud, que no es indispensable.
c)              La creatividad es capaz de descubrir esas soluciones para los problemas vitales del bebé y de crear más vidas.
Cuando se retorna a la posición esquizoparanoide, los objetos buenos pierden esas funciones y desaparecen la capacidad de amar (pasión) y reparar.
En la posición depresiva, los personajes recuperan la capacidad de repararse entre sí (cumplir funciones bondadosas) y retienen sus cualidades, pero aparecen como enfermos o viejos. Aun así, pueden ser pensados en ausencia y llegar a ser restaurados plenamente.
Entonces el infante piensa sin palabras. Usa representaciones construidas con impresiones sensoriales fundamentalmente visuales. En términos del proceso, el paciente sueña o juega con personificaciones, tiene fantasías. Siente además impulsos a incorporar (hambre), a pensar y a reparar los objetos arruinados. Cada vez que un paciente entra en posición depresiva siente que dentro de él existe destructividad, que afecta a los objetos y que él fue responsable de lo malo que haya acontecido.
Con el desarrollo, ambas posiciones se alternan en el funcionamiento de los pacientes. Cuando las interpretaciones son oportunas, también sucede en los esquizoides. Encontramos oscuridades en la descripción que se refiere a las diferencias que presentan las relaciones con los objetos, en los distintos estadios del desarrollo y en las distintas patologías, Bion va a innovar sobre ese punto.
En el complejo de Edipo la madre conserva todas las funciones, pero no las despliega a todas con el nene, dirige algunas solamente al padre y las otras al hijo y sus hermanos.  Pasemos a la segunda reacción.

b. El hecho seleccionado:
El primer capítulo de “Ciencia y Método” Poincaré se llama: “La elección de los hechos”.
 En él Poincaré discrimina cuales hechos interesan a un científico y sobre todo a un matemático. Comienza su exposición tratando de ver por qué los niños (y los necios) no entienden las verdades que lograron definir los sabios de la humanidad y cree poder sacar de allí conclusiones útiles para los filósofos que se ocupan de la lógica de las ciencias.
Ambos autores, Bion y Poincaré hacen un razonamiento semejante. Se plantean un paralelo entre el aprendizaje del niño y el de la humanidad a través de la historia, por el que llegan a ser personas lógicas, capaces de un pensamiento científico. Debemos tenerlo en cuenta, ya que Bion ha estudiado sociedades, aunque pequeñas, en las que ha encontrado realizaciones para pensar acerca de grupos formados por miembros indolentes, creyentes de la magia y de los dioses, que comienzan a reunirse para trabajar en común, hasta desarrollar una historia de conocimiento científico acerca de ellos mismos. En ellas puso a prueba las hipótesis freudianas de "Psicología de las masas[6] y análisis del yo" ("Group Psychology and Ego Analysis") y sus otros escritos sociales.
Se pregunta Poincaré: ¿Qué hechos observan los científicos? ¿Cuentan acaso las mariquitas que hay sobre el planeta? No, el científico elige qué observar. Los científicos, al elegir, hacen un trabajo que es pensar. Al común de la gente no le atrae esta actividad y se contenta con usar lo que piensan los científicos. El resultado del pensar son leyes, que son tanto más sabias, cuando más generales. Por eso les interesa más enfocar aquellos hechos que se repiten muchas veces, que se renuevan constantemente. El ejemplo de economía científica que elige es el mismo que orienta el título de este libro: Hay miles de sustancias químicas, pero pocos elementos. No encontraremos muchas veces tetracloruro de carbono, pero sí cloro y carbono. Así podremos saber cómo está compuesto un guijarro.
Los hechos que tienen más posibilidades de renovación son los hechos simples y por eso deben ser elegidos, en lugar de los complejos que son disociables en otros más simples. Podemos encontrarlos aislados en su pureza o combinados. También muchas de las mezclas pueden reencontrarse con frecuencia. Siendo rigurosos, es forzoso admitir que decimos que son sencillos, porque estamos acostumbrados a su presencia. Para un científico, cuando un hecho está confirmado, deja de tener interés porque no enseña nada nuevo (columna 1). Entonces el científico busca propiedades nuevas en las diferencias que puede encontrar, entre los componentes de ese fenómeno ya descripto (col. 3, 4 y 5). Precisamente Bion va a ocuparse de las diferencias que se pueden encontrar entre los que componen al fenómeno llamado sueño. Algunas disciplinas como la astronomía y la física tienen mucho éxito en encontrarlos.
El sabio estudia la naturaleza porque le place, porque es bella, porque ante ella tiene sentido de armonía. La concordancia que produce la belleza yace en que las cosas que nos parecen bellas a los hombres son las que se adaptan mejor a nuestra inteligencia. Cuando acá se emplea la palabra bello, se describe un estado interesante que conmueve y no implica que sea lindo, necesariamente.
Siempre enfrentamos de entrada a lo oscuro vacío y sin nombre. En síntesis, allí dada nuestra dotación humana, podemos aislar un hecho seleccionado, es aquel que prefiere describir el científico, porque lo encuentra repetido y, al habituarse a él, le parece simple. Le produce una sensación especial de armonía y belleza, porque se adapta a su inteligencia y por eso sus descripciones resultan tanto de las cosas en sí, como de la inteligencia que emplea para juzgarlas.  El capítulo II se refiere a las matemáticas, que no es una ciencia experimental. Por lo tanto, el matemático elige sus elementos según su capricho, pero en realidad lo representan a él mismo.                                                      
Cuando en una clase de combinaciones encontramos una combinación constante en la que se nota una analogía, no nos encontramos ante un hecho sino ante una ley. El inventor es el que pone en evidencia la analogía, el alma del hecho, después le adjudica una palabra nueva y creadora. Supongamos que alguien estudia triángulos rectángulos y trata de pensar en la relación entre uno de sus ángulos agudos y la longitud de los lados. Encuentra una cierta regularidad y la describe. Ese hombre habrá sentado las bases de la trigonometría. Debe inventar palabras para su descubrimiento; seno, coseno, tangente y cotangente, que permitirán infinidad de estudios posteriores y gran economía de pensamiento para abordar problemas diversos.
Mach dijo que el papel de la ciencia es producir economía de pensamiento, de la misma manera que la máquina produce economía de esfuerzo. Los parecidos y diferencias permiten encontrar generalizaciones: Leyes generales de relación. El ejemplo que propone es una fórmula algebraica con letras y números, que permiten un cálculo. Bion va a mencionar una, el binomio cuadrado perfecto, en pocas páginas: (a+b) 2 = a 2 + b 2 + 2 ab. Podríamos citar muchas más, matemáticas, físicas o químicas, pero ninguna psicoanalítica.
“Nuestro espíritu es enfermizo como lo son nuestros sentidos; se perdería en la complejidad del mundo si esta complejidad no fuera armoniosa. No vería los detalles sino como un miope y estaría obligado a olvidar cada uno de ellos, antes de examinar al siguiente... Los únicos hechos dignos de nuestra atención son los que introducen el orden y la elegancia dentro de esa complejidad y la rinden por lo tanto accesible”. Las impresiones que se presentan constantemente unidas, son unas pocas y dan sentido al todo. La mayoría de las impresiones sensoriales, son accesorias y no cuentan
a + b. La combinación de las dos reacciones
La combinación produce un efecto notable. Enfatiza en el pasaje de posición esquizoparanoide a posición depresiva, desde el punto de vista del esfuerzo epistemológico. Relaciona el desorden que implican las emociones típicas de las ansiedades psicóticas con la reparación “como creadora del orden” y el consecuente efecto estético que resulta de la comprensión. De alguna manera el pasaje del autoerotismo al logro de la identificación primaria, que ya había ganado mucho con la teoría de las posiciones, se enriquece aún más con el aporte de Poincaré, dándole mayor espesor al concepto de simbolismo.
1°. La apelación al pensamiento de Poincaré acerca la epistemología y la lógica científica al Edipo.
2°. Ps ↔ D le da dimensión dramática a la geometría. Es decir que Ps Ö D tiene dos componentes;
1)             desorden Ö orden.
2)    ansiedades persecutorias Ö emociones depresivas.
Los cinco elementos tienen importancia, pero estos dos primeros que acaba de describir son utilizados con especial frecuencia. Si los enunciamos sucintamente como la existencia de un vínculo pasional y el cambio de ansiedades desde la sensación de catástrofe inminente hasta la experiencia estética, más la adquisición de sentido en común entre la mamá y el infante, parecen constituir un par privilegiado para aclarar las situaciones que se pueden dar dentro del consultorio y permiten encontrar los otros tres elementos restantes.
Esto nos recuerda un modelo que no usa Bion para denominar "la tabla", a pesar de las semejanzas que guaran entre sí[7]. Se trata de la Tabla de Mendeleiev (1834-1907). Este era un químico ruso que soñaba con establecer cierto orden en el conjunto de elementos que se habían descubierto, de los cuales se conocían, además de sus propiedades específicas, el peso atómico. Ubicó carteles con sus nombres en distintas secuencias en las paredes de su laboratorio, hasta que dio en ordenarlos en hileras horizontales superpuestas con ocho elementos cada una, y uno tras otro siguiendo la secuencia del peso atómico en orden creciente. Así descubrió un hecho que seleccionó: aquellos elementos que quedaban ubicados en la misma columna tenían propiedades semejantes. Entusiasmado con el hecho, que desembocó en el descubrimiento de la estructura del átomo, predijo que algunos elementos, que no se habían descubierto todavía, se iban a descubrir después. Los pesos atómicos de ciertos elementos ya conocidos no coincidían exactamente con el peso atómico que la tabla predecía que debían tener, por lo cual anunció que esos pesos estaban mal determinados y así fue.

III. 3 Los vínculos
(i)    los signos L, H y K representan las emociones y constituyen el tercer elemento abstracto.
(ii)  Son vínculos entre objetos psicoanalíticos y se asume que los objetos así vinculados se afectan mutuamente.
(iii) Las realizaciones de las que se abstraen se representan por los términos "amar", "odiar" y "conocer" (“love”, “hate” y “know”).
Cualquier sueño edípico de un paciente neurótico reedita en la transferencia la investigación sexual infantil apasionada, que le permite explorar (K) al infante su relación ante la pareja de los padres, con el ánimo de tener bebés con la mamá (L) y castrar al papá (H) –a quien también ama-, eso lo vincula con ellos. Sin embargo, no resulta tan fácil, como Bion propone en "Aprendiendo de la experiencia", poner una marca, L, H o K, al margen de las verbalizaciones del paciente en cualquier sesión, como hito fundamental, alrededor del cual debe entenderse el resto de la sesión. Bion supone que el modo en que el paciente entona la afirmación y el contexto permiten discernir cuál de las tres emociones predomina. Supongamos a modo de ejemplo que una paciente dice al comenzar una sesión: “Me pareció que el portero me miraba cuando entré al edificio”. Entonces, de acuerdo con la entonación de la paciente, que está personificando una situación transferencial, se puede entender:
L: Me pareció que el portero me miró porque yo lo atraía sexualmente.
H: Me pareció que el portero me miró con enojo, como si me odiara.
K: Me pareció que el portero me miró con cierta curiosidad, no comprendo por qué.
Si L predomina, el paciente busca, sobre todo, tener una oportunidad de desplegar su capacidad de amor y generosidad con su analista. Puede además tratar de entender en la misma sesión, pero la comprensión está supeditada al requerimiento anterior, es decir, no entenderá, si es a costa de llevarse mal con el analista. Odiar debe estar escindido y ubicado en algún personaje exterior o en algún elemento del encuadre, más o menos separado del analista y en algún lugar.
Por el contrario, si H predomina, el paciente puede explotar el sadismo del analista o desplegar el propio. Más adelante Bion describe con detalle muchas situaciones en las que el paciente cree que el analista lo odia y hace algo con su creencia.
K: El prototipo de una sesión K es que el paciente, que soñó, traiga el sueño como pre-concepción, pero creo que también puede ser K una sesión en la que el paciente no traiga sueños y aún el paciente psicótico debe aprender de alguna forma, para avanzar en el proceso. La marca general de una sesión K es que el paciente trate de entender, mientras todavía no puede, soportando las señales de los peligros que entender depara.
La determinación de elegir tres vínculos en lugar de los dos tradicionales tiene antecedentes tempranos en la obra de Bion. En "Experiencias en grupos" describe los supuestos básicos, que son creencias y por lo tanto ideas, aunque no se las piense conscientemente, junto a emociones asociadas, adheridas siempre entre sí, en cada supuesto básico, como si las uniese una valencia química. 
El precursor de L: El supuesto básico es "Si dos personas están juntas, es de esperar que se acoplen para lograr un estado mejor". Si no lo hacen estarán solos e infelices. Las emociones asociadas a este supuesto son dionisíacas, corresponden a la esperanza de la llegada de un Dios que se impondrá[8], creando un orden nuevo más feliz. Eurípides describe este tema en "Las Bacantes", obra en la que participa Tiresias. También es su fin que el grupo continúe, que no se desarme; muchas veces a pesar de momentos con charlas insustanciales. La expectativa de continuidad y esperanza son más importantes que el hecho de que una pareja monopolice el diálogo, mientras el resto de los participantes callan.
El precursor de H: "Si dos personas están juntas, es de esperar que detecten un enemigo y tengan coraje para destruirlo o, si el enemigo es demasiado fuerte, huyan de él, para estar bien y seguros permanentemente". El peligro es ser atacado inadvertidamente o perder el coraje y el espíritu de cuerpo.
El precursor de K: "Si dos personas se juntan, seguramente una es un profeta de Dios y los otros miembros creyentes de esa religión. Por supuesto el líder todo lo sabe y todo lo puede. Lo que deben hacer los miembros es aprender el ritual para adorarlo." El peligro es la pérdida de la fe, gracias a la cual, basta con depender de él para sentirse seguros, a diferencia de L, donde se teme perder la esperanza.
Un enfoque científico junta las tres emociones y puede modificar al paciente, quien hasta entonces era un miembro del grupo, despertando la colaboración del individuo, que también él es. Los desarrollos que se forjen mediante los esfuerzos del grupo de trabajo deben siempre conciliarse con las creencias del supuesto básico predominante. Un claro ejemplo de esto es el Preámbulo de la Constitución del 53, donde los Representantes del pueblo consolidan el estado de derecho, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia. Existen grupos de trabajo específico[9] que posibilitan la conciliación.
La fuerza (drang) que anima cualquier acción humana, aún las más científicas, emana de algunas de estas emociones (L, H o K). Pero mientras no lo hace, la fuerza existe en un nivel indiferenciado, ni físico ni mental, integrando un sistema cuya existencia conviene postular: el sistema proto-mental. Solo un agrupamiento de emociones por vez (que corresponden necesariamente a uno de los supuestos básicos) puede emanar de ese estado hasta alcanzar una manifestación mental. Los científicos logran despertar las otras emociones, siempre que las hagan compatibles con el supuesto básico que impera. Por ejemplo, Kepler descubrió que las órbitas en las que giraban los planetas eran elípticas y no circulares. Su afirmación conmovía una noción que era importante para la religión: las órbitas debían ser circulares. Kepler vio que no era así, pero las siguió creyendo obra de la ingeniería divina.
 Las similitudes entre las características de este estado proto-mental, donde nada es físico ni mental, sino ambas cosas simultánea e indiferenciadamente y las de la libido son notorias[10]. Estas nuevas ideas de Bion reorganizan calladamente la idea de pulsión.  

III. 4 I:
(i)    es el cuarto elemento abstracto del psicoanálisis.
(ii)  Su descripción es muy amplia. Está desplegada en los capítulos 5 y 6.
(iii) En el 5 desarrolla la toma de decisiones y en el
(iv)  discrimina etapas en la evolución genética de las ideas. 
Acá Bion define un subconjunto dentro de aquello que puede ser encontrado en una sesión psicoanalítica. Cuando un paciente y su analista interactúan, pueden estar usando diferentes objetos psicoanalíticos, por ejemplo, un sueño, una asociación o una interpretación, que están formados por pensamientos y estos a su vez están integrados por elementos. Cuando esos pensamientos están procesados por la función alfa, la combinación de elementos a que los forman, se la llama I.
I representa objetos y esa es una palabra que arrastra demasiadas acepciones. Como sigue los lineamientos kleinianos, los objetos, por un lado, seguramente son los personajes que componen las relaciones de objeto. Pero recordemos que Bion propone que los pacientes con alteraciones del pensamiento viven sumidos en un caos que llama el mundo de los muebles de los sueños. Allí no hay ni personas ni cosas[11], sólo hay habitantes indiferenciados, que tienen cualidades de ambas simultánea y confusamente. Para que dos personas interactúen es necesario por lo menos que ellas dos queden delimitadas. Pero, en cuanto se definen en el mundo, comienzan a existir más personas que tercian.
Sin embargo, aquí "objeto" está usado con el significado específico de aquello de lo que se ocupan y producen los integrantes de la pareja analítica, entonces el prototipo de un objeto interesante para un psicoanalista es un “sueño”.
Los elementos a son lo que resulta del trabajo que la función a produce sobre las impresiones sensoriales de la realidad y sirven para representarla. Pueden estar conformados por palabras, pero no necesariamente. Por ejemplo, se puede recordar un sueño y representarlo mediante sus imágenes o bien por una narración que remite a las imágenes.
Pero en "Diferenciación de la personalidad psicótica de la no psicótica" Bion proponía los objetos bizarros como prototipos para pensar. Aquel paciente tuvo que pensar con cosas, pertenecientes a acontecimientos oportunos[12]: aquellos que acontecían en las sesiones. Bion había estado usando anteojos oscuros, una cosa[13]. En una sesión posterior, el paciente recurrió a ellos para recuperar la vista, pensar y contar con un medio de comunicación con Bion. Justamente representaban la atención, la función que encuentra hechos seleccionados.
Estos elementos no diferenciados, a diferencia de los a, están compuestos por elementos b, prototipos con los que se puede llegar a fabricar los elementos a, o son frutos de la degradación de ellos. Bion los incluye también a ellos, aunque no son ideas, al menos son imágenes casi siempre visuales.
I es la abstracción con que Bion denomina todo aquello que Freud llama el representante representativo de la pulsión.
III.  5  R
La razón es la facultad de los seres humanos, que impone las leyes de la lógica, que relacionan las hipótesis entre sí, creando sistemas científicos, que permiten entender las emociones que vinculan a los participantes de la pasión. Ordena las nociones sobre la que los hombres se ponen de acuerdo acerca del mundo real. Cada individuo, para llevar a cabo una acción específica, que satisfaga hasta donde sea posible una pasión, necesita usar la razón, para conseguir las condiciones necesarias en el ambiente (el prójimo).
R también es un “elemento” que opera en el paciente, para comprender qué papel juega él, en el mundo de los hombres. Este rol se determina indagando su sistema de creencias: las teorías, que él tiene acerca de las relaciones que puede establecer.
La pasión es un tipo especial de emoción en un vínculo, donde los participantes se afectan mutuamente. Las emociones de un individuo encuentran continente y estadía en el otro y eso permite pensarlas. Por ejemplo, hay pasión cuando un paciente publica su sueño o juega su fantasía inconciente, como una pre-concepción. El paciente despliega su neurosis, personifica y deviene un colaborador científico en el consultorio.
Los hombres emplean R para resolver el problema que media entre un impulso y el logro de su cumplimiento. R asegura que el resultado no sea una modificación de la frustración meramente temporaria. El paciente o el analista necesitan tener en cuenta cual es el sistema científico más o menos sofisticado[14] que emplea la persona a la que quieren afectar, para modificar el ambiente. Modificar la frustración requiere pensar. Implica un esfuerzo más que evacuar: hacer una publicación, por lo menos interna. Es decir que el actor (col. 6) debe tener en cuenta cómo "piensan" él y el ambiente.
Los esfuerzos para modificar el ambiente se dificultan cuando el destinatario no comparte los sistemas de referencia. Cuando un paciente necesita que una emoción sea estacionada dentro del analista, y el analista usa el lenguaje verbal, sin tener paciencia para sostener dentro de su mente lo que el paciente proyecta, la modificación se hace imposible.
Deben darse circunstancias especiales para que las ideas del analista provoquen en el paciente un cambio evolutivo que no sea temporario. La tabla, como parte de la teoría de la técnica, permite que el analista prevea cuándo la modificación es posible, razonablemente. No todo sistema de referencia es científico, los hay mágicos, como los que rigen en los supuestos básicos. 





























[1] La importancia de “Experiencias en grupos” abarca toda la obra de Bion; acá haciendo equivalentes sueño y mito.
[2] En la versión Kleiniana, estos objetos conformarían el aparato psíquico que Freud propuso en segundo término.
[3] Una ley experimental sólo enuncia generalizaciones del tipo: varios fenómenos tienen ciertas propiedades. Siempre existen fenómenos a partir de los cuales se define la ley y otros fenómenos que la apoyan, si no, no se la considera cierta.

[4] Salvo cuando los factores congénitos como la envidia son preponderantes.
[5] En una descripción cotidiana, la madre acuna su bebé, canta el arrorró y él duerme y sueña.
[6] Deberíamos aceptar dos traducciones para el término “group” a) la más general sería grupo y b) masa, ésta más restringida.
[7] Si bien usa, a veces la palabra “table”, la denominación más frecuente realza el entrecruzamiento de columnas e hileras, “grid”. Muchas veces aparece el participio “tabulated”.
[8] Esos dioses son Dionisos, Ares y Palas Atenea. En la mitología griega. Dionisos tiene la ventaja de ser un dios tardío e importado, si ya estuviese presente no podría ilustrar al líder de apareamiento.
[9] El grupo de trabajo y el grupo que funciona según los supuestos básicos están compuestos por todos los participantes; todos los presentes los integran. En cambio, los grupos de trabajo específicos están integrados por pocas personas.
[10] Llama la atención que en toda esta obra no se mencione la libido
[11] No se puede decir que son cosas animadas se trata de un estado de indiferenciación más primitivo. Money Kyrle usa el término “animatístico”.
[12] Son oportunos aquellos objetos que, por acaecer en sesión, son percibidos por el analista y el paciente.
[13] No eran lo que nosotros llamaríamos cosa, sino una alucinación.
[14] Las ideas o representaciones del mundo.

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